entrevista
Alberto Guerra: “Los actores vivimos a través de los proyectos y de los personajes”
El actor, de origen cubano, vive un gran 2024, es parte de Griselda y ahora de esta producción original rodada en Colombia y Venezuela.
Pimpinero: sangre y gasolina ya está disponible en Prime Video, con protagónico de Alberto Guerra, acompañado de Alejandro Speitzer, Laura Osma y Juanes. Para conocer más de la propuesta dirigida por Andrés Baiz, hablamos en exclusiva con Guerra.
—¿Cómo fue la experiencia de trabajo con Juanes?
—Así de increíble, yo no traería puesta una camiseta que diga Juanes. Más allá de todo lo que marcó en mi vida, obviamente su música y los diferentes momentos de la vida, que eso es algo maravilloso que tienen los músicos, que es que marcan momentos de tu vida, más allá de que su música te llegue o no. Poder conocer a la persona tan generosa y amorosa que hay detrás de ese artista que yo ya admiraba es increíble. Y luego verlo entrar con la humildad, con el hambre y las ganas de aprender en un terreno que para él era desconocido, que es la actuación, y confiar, ponerse en manos de los compañeros. O sea, vamos, el nivel de artista, pues. Es que Juanes era la persona con más experiencia en el set. Y ver a la persona con más experiencia en el set colocarse en el lugar de un alumno para aprender de algo nuevo es muy bonito. Es muy bonito porque significa que este artista sigue con la esencia de niño chiquito para aprender nuevas maneras de comunicarse.
—Cuando te llegó la propuesta de ser parte de Pimpinero, ¿qué fue lo primero que vos dijiste?, ¿la voy a hacer por esto?
—Por Andrés Baiz. Yo dije que sí a Pimpinero sin haber leído el guion. Yo estaba haciendo con Andrés la última serie que hicimos él y yo juntos, Griselda. Me puso el guion a la mitad de la filmación y me dijo, lee esto, quiero que hagas, Ulises. Lo primero que hice fue dejar el guion de lado y decirle: sí, la hago, pero acabemos esta serie, ¿no? Luego hablamos de lo que sigue. Y después, cuando lo leí me ilusioné tanto de poder vivir, los actores vivimos a través de los proyectos y de los personajes. Entonces, a ti te llega un guion que el director… sabes cómo trabaja, lo admiras, lo respetas, además es tu amigo, y te dicen: te vamos a ir a meter cuatro o cinco meses a La Guajira, en la frontera entre Venezuela y Colombia. Vas a vivir ahí en Río Hacha y en Valle del Par, y vas a estar empapado de esto. Además vamos a filmar, que es lo que más te gusta hacer en el mundo, actuar. Entonces es ilusión, esos son los regalos de esta carrera, que de repente te colocan en un lugar que, si no fuera por la profesión, tú no estarías ahí.
—Venís de una seguidilla de muchos trabajos que te ha llevado por toda Latinoamérica, ¿es algo que buscás?
—El ser humano se sigue expandiendo, a mí no me interesa en cuestión de nombres, de conocimiento y demás, eso viene o no llega. Pero expandir las experiencias, ahora, por ejemplo, estoy en Tokio, entonces ahora ya me fui a otro lado del mundo. Pero es eso, es poder combinar, crecer como ser humano, conocer otras culturas en profundidad.