entrevista
Alián Devetac: “Se me fue dando lo de la actuación”
El talentoso artista entrerriano está viviendo un gran momento gracias a la repercusión de la serie que rodó en Colombia y que lo tiene como protagonista.
Secuestro del vuelo 601 se ha convertido en una de las series colombianas más vistas de Netflix, y narra la historia del secuestro aéreo más largo de América Latina.
La producción cuenta con el protagónico del argentino Alián Devetac, un rostro conocido en el cine nacional desde su debut de la mano de Celina Murga con La tercera orilla. Hablamos con Devetac para saber más detalles de su interpretación de “Toro” Francisco Solano y los proyectos que se vienen.
—¿Cómo estás viviendo todas las repercusiones de tu participación en este proyecto que te llevó a Colombia y a encarnar un rol tan difícil?
—Estoy muy contento con las repercusiones, porque nunca me había pasado que me reconozcan, tampoco mucho, pero sí me ha tocado que me reconozcan en la calle o también muchos mensajes por Instagram. Ahora, bueno, me están mandando mensajes como de muchos lugares del mundo, rarísimo, viste, como Japón, India, eso me llama la atención. Y, nada, es lindo aparte porque yo no me había hecho muchas expectativas, sabía que le iba a ir bien en Colombia, pero no tenía la expectativa de que tendría la relevancia que tomó en el mundo en general. Entonces, muy contento con eso.
—Es una posibilidad de nuevos trabajos además para vos, todo esto que me decís que pasa con Instagram también...
—La verdad es que yo ni tenía Instagram, lo había cerrado, y cuando me puse a profesionalizar un poco, cuando hace tres años me vine a vivir a Buenos Aires, me buscó una representante y ella me dijo: “Tenés que tener Instagram”.
—Es que hoy es como un currículum, y más en tu caso, que has trabajado encima con grandes directores de Argentina...
—Todos los años hay algún trabajo audiovisual, siempre he tenido, desde que empecé a actuar hasta la actualidad, todos los años por suerte, he trabajado en más de un proyecto. Entonces, sigo con un promedio de dos proyectos por año, contando cortometrajes y demás, y con grandes directores, grandes compañeros actores.
—¿Cómo llegaste a la serie?
—Estaba trabajando como asistente de dirección de producción en ese momento y era un trabajo que salía a las 7 de la mañana y volvía a las 7 de la noche. E hice un casting, lo fui practicando en los momentos que podía, lo hicimos ahí. Después ya fueron dos instancias más de casting presenciales, pero acá en Argentina, con el director de casting. Estuvimos siete horas, algo insólito para un casting, es insólito, o sea, nunca, lo máximo que me había tocado en la carrera era una hora. Sentía que los directores ya sabían que nosotros éramos lo que teníamos más posibilidad y nos dijo: “Tómense todo el tiempo que quieran, les damos todas las tomas que quieran”. Y nosotros, bueno, aprovechamos, y teníamos el deseo tan grande de hacer la serie que hace tiempo en la agencia de él, hicimos un casting con los directores de la serie y eso nos fue dirigiendo.
—¿Cómo fue un poco la experiencia de rodar en otro país una producción grande, digo, con estas características de reconstrucción de época? ¿Cómo fue esa experiencia?
—Y... fue hermosa la experiencia. Al principio llegamos y como que no caía, estaba como medio en una película, en cine preferente, en una película. Claro, fuimos con Valentín Villafañe (coprotagonista) y eso estuvo bueno, que estábamos los dos, que no estaba solo. Vivimos la misma experiencia, los dos argentinos viviendo allá. La verdad que fue hermosísimo, primero, lo que llamaba toda la atención era porque es una producción con unos recursos impresionantes para recrear todo. Desde el avión que llegamos y era todo un armazón ahí, de madera y con un sistema hidráulico para moverlo y generar los movimientos, la turbulencia y todo y los actores que yo, o sea, no sabía, no los conocía. Después me voy enterando que son figuras de primerísimo nivel en Colombia, muy reconocidos, muy, que han trabajado mucho. Eso también nos fue sorprendiendo, el equipo y los compañeros, la solidaridad y el profesionalismo que tenían. La vara muy alta porque muy groso y aparte una más, o sea, muy solidarios, me invitaban a sus casas, realmente nos trataron muy bien, muy amorosamente, los directores, todo el equipo.
—Y podrían haber tenido otra actitud, dos argentinos yendo a sacarles trabajo a compatriotas actores...
—Claro.
—¿Qué fue lo más difícil de encarnar de este personaje tan complejo?
—Hubo varias cosas, una es que el código de actuación es un poco más de género, diría, como más un código de serie, como más rápido, donde las emociones tienen que surgir rápido y tienen que ser intensas. Yo estoy acostumbrado a un cine y algunos personajes más introspectivos y con alguna explosión por ahí, pero esto era muy arriba. Y eso fue uno de los desafíos que me encantó y de eso también aprendí mucho. De los directores, de los colegas que tienen mucho oficio también. Ellos vienen muchos de la tele, entonces lo hacen muy bien, así que eso fue otra de las cosas que yo tenía que hacer. Teníamos que hablar con un acento paraguayo, por momentos era un paraguayo intentando hacerse pasar por colombiano y al momento de practicarlo sentía que me salía bien, pero cuando lo encarnaba con la emoción que llevaba de la escena se me iba a la Argentina.
—¿Cómo siguen los planes este año?
—Por lo pronto, después de hacer la serie, me puse a grabar mi música. Yo no estudié actuación, a mí se me fue dando lo de la actuación, pero yo soy músico, estudié música desde muy chiquito y me recibí de profesor de clase de escuela y una de las cosas que me gusta mucho es componer. Venía acumulando canciones y ahora lo que hice es grabar todas estas canciones que había compuesto. Simplemente por darle un cariño a mi Alián de 15 años que tenía el sueño de ser músico y compositor y dar a conocer sus canciones. Así que estuve grabando mucho eso y a la vez también preparándome por si siguen surgiendo proyectos de actuación. Terminé de filmar una serie de Netflix Argentina que se llama Atrapados, que se sigue filmando, pero mi personaje terminó.