entrevista

Anahí Berneri: “Siempre me gusta ocupar espacios que son políticos”

Adaptando una de las grandes novelas de Claudia Piñeiro, la realizadora de Alanis y Un año sin amor vuelve a las pantallas grandes.

Elena sabe, protagonizada por Mercedes Morán y Érica Rivas, es la nueva película de Anahí Berneri. Una propuesta que analiza el vínculo entre madre e hija y la particular relación que tienen. Estrenada mundialmente en el 38 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, la realización llega a los cines hoy y la semana que viene se podrá disfrutar en Netflix. En esta entrevista, Berneri cuenta detalles de la adaptación.

–Elegiste una puesta en escena diferente para la película, acorde a Elena, el personaje que encarna Morán…

–Te soy muy sincera, era muy difícil registrar con realismo este esfuerzo físico y que se viera en pantalla. Si te alejabas mucho, había un distanciamiento que te daba casi gracia, y si no era una caricatura el trabajo, que si vos acercabas una cámara y elegías en qué porción de cuerpo era el protagonista del encuadre, cambiaba por completo y el gesto de Mercedes era el mismo. Había que encontrar el encuadre para que no quedara burdo, básicamente.

–¿Fue mucho trabajo? Porque Mercedes ya estaba en personaje, y vos ya tenías la película…

–Tuvimos la alegría de que Netflix quiso hacer un día de rodaje previo. Este día previo sirve para pruebas de iluminación, de actuación, de tono, porque nos sirven muchísimo a los directores. Es como un test drive, y ves qué funciona y qué no funciona, En ese día, que fueron cuatro horas, aparecieron cosas que no. Nos sentamos con Mercedes e íbamos viendo, esto no, esto sí, esto funciona, esto no funciona. De hecho, Mercedes iba a hacer también de Elena joven y juntas decidimos que no, que había algo de tener que hacer con maquillaje, que no iba para la película, que no tenía nada que ver. Entonces, juntas, pensamos en Agustina Muñoz, en la idea del doblaje, pero fue muy lindo porque fue Mercedes, quien dobló la actuación de Agustina, y hubo una amalgama, un juego ahí que está hermoso.

–¿Cómo fue trabajar con un equipo principalmente femenino?

–Surgió. Por suerte vengo trabajando con muchas mujeres en el equipo, siempre hay muchas mujeres, y me encontré con Vanessa Ragone, la productora, que es una defensora del cupo y se armó un equipo entero de mujeres. Para mí, trabajar con otras mujeres, lo que me posibilita es un tipo de trabajo más horizontal. Yo quiero estar relajada y tranquila de poder decir cuando quiera no la encuentro, no me sale. Quiero estar relajada y que el resto de mi equipo pueda decirme se me ocurrió esta idea. Porque muchas veces cuando hay muchas cabezas de equipo son hombres y hay una censura, y hacer esto así es hermoso.

–¿Cómo fue trabajar la adaptación?

–Vanessa me dijo: voy a tener que hacer esto, están estos temas, la maternidad, el cuerpo, una relación donde se juega también lo psicopático de la madre, donde un tema que tenía muchas ganas de explorar es qué pasa con todas las generaciones de mujeres fuertes que se han hecho fuertes siendo más machos que los machos. Abriéndose camino. Hasta desechando la sororidad, criticando y despreciando la debilidad de otras mujeres, porque había muy pocos lugares para las mujeres, porque había que hacerse muy fuerte, porque el espejo de la vulnerabilidad los costaba y esta es una madre que ve a su hija vulnerable sensible emocional y la desprecia por esto. Era un tema que para mí era fuerte y Claudia nos dio, con Gaby Larralde, una libertad absoluta para trabajar. Y mirá que sacamos cosas que eran importantes de la novela, hicimos cambios importantes desde lo estructural, porque en el tiempo de relato de la novela es totalmente distinto y era imposible de llevar a lo cinematográfico y sumar a las adolescentes, que no estaban presentes en la novela, o muy pequeño. Nosotros decidimos trabajar con esta amiga testigo, de la crianza, con la idea de qué pasa, en la adolescencia, y son muy importantes para las mujeres las madres de nuestras amigas como segundas madres. Partimos de esta idea que le encantó a Claudia y nos permitió trabajar, y cuando la vio, Claudia salió llorando y para nosotros fue increíble porque se conmovió con una historia suya, que pudo verla de otra forma, en otro lenguaje lindo.

–Venías de trabajar en series de plataformas, muchos siguen diciendo que son el enemigo y no ven la posibilidad…

–Siempre me gusta ocupar espacios que son políticos, que al final terminan siendo políticos. Se puede hacer hoy Elena sabe porque está la plataforma, porque se podría haber hecho de otra forma, es la realidad y está buenísimo. El lograr hacer una película de autor en una plataforma que está en 190 países y que la van a ver. Y me encanta también la posibilidad de poder pasar por el cine.

–¿Sensaciones de traer la película a Mar del Plata?

–He venido como jurado de La mujer y el cine, pero bueno, no volvía desde Un año sin amor, mi hijo tenía una semana de vida y hoy tiene 18 y fue muy emocionante. Estábamos terminando el primer corte y decíamos qué lindo sería venir a Mar de Plata con la película, y sucedió. Me parece que tenía que suceder como la circularidad de la película.

–¿Estás con nuevos proyectos?

–Estoy con el guion de un largometraje que vuelvo a otros temas como la maternidad y con una película que escribí el año pasado y que acaba de ganar un premio que se llama Leche Condensada, producida junto a Pablo Udenio. Es una película romántica erótica, que transcurre en el 2005 pre aplicaciones, pre Instagram, donde había que acercarse a los lugares para encontrarse con otros y hablo un poco de los cambios en las relaciones y el amor romántico. Y cómo se evalúa, como si realmente cambiamos nuestros vínculos, y luego del Ni una menos, de las complicaciones de la virtualidad, trabajamos un poco con eso. Es la adaptación de la novela de Mariana Flores. Y ahora volviendo a encontrarme con los proyectos que nacen de mí, esto no quiere decir que no disfrute los otros, pero hay que encontrarles el momento.

Noticias Relacionadas