Entrevista Exclusiva
Andrés Parra: “Cuando me ofrecen un proyecto me lanzo al vacío”
El talentoso intérprete revoluciona el streaming con su protagónico en El presidente, de Amazon Prime Video, que desnuda el FIFA gate. Recordado por su interpretación de Pablo Escobar en El Patrón del mal.
En la Argentina logró rápidamente reconocimiento popular por su lograda actuación como el líder narco Escobar. Luego vendría la serie sobre Hugo Chávez y ahora se pone en la piel de Sergio Jadue en El presidente, de Armando Bo.
En diálogo con diario Hoy , Andrés Parra cuenta todo sobre el show de Amazon y su forma de trabajar.
—¿Es la primera vez que un proyecto tuyo se ve al mismo tiempo en todo el planeta?
—Sí, es una sorpresa y Amazon la lanzó a las 22 horas en todo el mundo.
—¿Cómo vivís el estreno en medio de esta situación extraordinaria que vivimos?
—Es una bonita casualidad que desde nuestro trabajo, desde el entretenimiento podamos ayudar a que la gente ponga sus preocupaciones a un lado.
—¿Cómo fue componer a Sergio Jadue? ¿Qué trabajo hiciste?
—Suelo crear el personaje muy sentado en la mesa, leyendo, estudiando, revisando artículos, entrevistas, en el caso de este personaje es muy mediático, fue un escándalo en Chile, y hay mucho material en internet, de crónicas y reportajes. Recurro a mi coach vocal, Magda Niño, con la que entreno, desde dónde habla Jadue, ver la voz para acercarnos. Ya en Chile empecé un trabajo más intenso, 20 días antes, allí terminé de armar el personaje, con el director, con el departamento de maquillaje, vestuario.
—¿Fue difícil entrar en el código particular de humor e ironía que tiene El presidente?
—Creo que para todos fue una relación de la serie, Armando, Paulina Gaitan, Karla Souza, todos llegamos a hacer un drama, pero la situación era tan desbordante, que la misma serie sugirió eso y Armando se dio cuenta y dio el timonazo. El argentino tiene talento para manejar desde el guion esa sutileza y finura que permite no irte hacia la caricatura.
Creo que tuvimos esa suerte, el olfato del equipo de dirección y los guiones que evidentemente a lo mejor sin darnos cuenta ya traían ese ingrediente y han sido un gran acierto. He visto hasta el cuarto y digo ¿cómo habría sido contarlo de otra manera, dramática? Creo que no hubiese sido el camino, y por algo terminamos aquí, no desde el chiste empujado y la situación forzada o el gag sin ton ni son, sino desde las circunstancias, y tiene que ver con el punto de partida del personaje, que es un personaje que parte siendo muy torpe y desubicado y el humor fue apareciendo sin querer queriendo como El Chavo.
—¿Cómo fue el trabajo con Paulina y Karla?
—Tuve mucha suerte porque además de ser dos grandes actrices pero además son dos seres humanos maravillosos, generosas, descomplicadas, muy serias y comprometidas con el trabajo y con las dos pude cocinar estar relaciones de una manera muy tranquila y muy abierta. Con Paulina se creo un mecanismo de trabajo muy divertido, somos grandes amigos.
—¿Ya las conocías?
—Nunca, nunca, y descubrimos que tenemos el mismo humor, hicimos un click muy rápido, nos acompañamos un montón y después llegó Karla, te confieso que actores o actrices que admiro me ponen nerviosos y a pesar de tener esta trayectoria y este reconocimiento mundial, me encontré con alguien muy tranquila, sencilla, abierta al trabajo y a colaborar. Formamos un gran trío, lo mismo con el equipo de los hombres, particularmente con Luis Margani, hicimos una relación muy bonita, pasamos mucho tiempo juntos, pasó un poco como en la serie, fui apadrinado por él, yo le digo “mi viejo pelotudo” (risas).
Parra, la presión y el cine argentino
—¿Qué recuerdos tenés de tu participación en La odisea de los giles?
—Fue un trabajo muy especial porque era de verdad un sueño hecho realidad. Ricardo Darín ha sido un actor referente para muchos de nosotros los actores latinoamericanos, en Colombia lo es sin dudas, y era como un sueño, no sólo estar al lado de él, sino de ser parte del cine argentino. Fue un proyecto para mí muy sufrido, tuve muchos problemas con el acento argentino, nunca terminé de sentirme 100 porciento a gusto, tuve mucha ayuda de Ricardo, de Sebastián Borensztein, del equipo, pero lo recuerdo como un momento en el que no supe qué hacer, pasé muchos miedos, muchos nervios.
—¿Sentís presión a la hora que se lanzan estos productos con vos tan expuesto y protagónico?
—Es raro, cuando me ofrecen un proyecto mi instinto de conservación se apaga y me lanzo al vacío de manera muy responsable. Miro y tener a Pablo Escobar, a Hugo Chávez y ahora a Jadue, son tres decisiones arriesgadas, puedes terminar pegando un petardo y ahí terminó todo. No sé qué pasa conmigo, es como si no me diera cuenta, hay algo en mí que se apaga definitivamente.
Pienso, estando en la creación del personaje, imaginando lo que viene, imaginando la exposición que va a tener, terminaría paralizándome, diría que no sería capaz, más en este proyecto, alejado completamente de mí. Estoy pendiente de si lo logramos o no, y por lo que pasa con El presidente en las redes sociales siento que está cumplida la misión.
