Baby Etchecopar, polémico sobre el escenario
El periodista presenta Jaque a la reina, el nuevo espectáculo teatral de su autoría. En una entrevista con este medio, anticipó su presentación en la ciudad
No es un personaje que pueda encasillarse dentro de un género. Por el contrario, supo innovar con un programa de entrevistas a la medianoche, es un referente en la radiofonía de la primera tarde e incluso protagonizó un policial en televisión. Baby Etchecopar es un talento de todas las canchas. Ahora, regresa al teatro con Jaque a la reina, una producción propia.
Fiel a su estilo e impronta transgresora, el periodista propone un recorrido por la historia de la política argentina, los conflictos sociales y las miserias familiares que se anclan para siempre.
A través de una charla íntima, el Ángel de la medianoche se expresó sobre esta puesta en escena, la relación con el público y los proyectos futuros.
—¿Por qué hacés teatro? ¿Qué es lo que tenés para aportarle a este arte?
—Hago teatro porque me gusta. Como no encuentro obras que me convenzan, escribo las propias y luego las pongo en escena. Mi aporte es pequeño, porque imaginate que si no puedo modificar mi vida mucho menos voy a poder hacer algo por el mundo. Es una propuesta chica pero intensa. El público ríe, llora, se emociona, algunos me dicen gracias. Para mí es un momento sublime. El mensaje de la obra es rico, nutritivo, es sencillo pero piola. Es tan sencillo que me avergüenza y enorgullece a la vez.
—¿De qué se trata Jaque a la reina?
—Es un relato que pone en conflicto las elecciones políticas de los argentinos: por qué votamos al peronismo, al menemismo, al radicalismo y al kirchnerismo. Básicamente creo que es porque buscamos la alegría, la fiesta constante, ser felices y creemos que esos son los caminos indicados. La gente hipócrita, los ladrones y los sinvergüenzas prometen alegría, como en el caso de la política, o el perdón, como sucede con la iglesia. Pero siempre, todo es a costa de nosotros.
—¿Cómo reacciona el público ante este monólogo? ¿lográs que interactúen?
—Siento que la entrega es absoluta. Cuando interpelo a los presentes con algunas preguntas, se prenden enseguida. Eso es maravilloso. Cuando indaga un honesto, responde un honesto. Es así de fácil. Así de básico es este esquema. Es como hacer el amor: para llevarlo a cabo, el hombre se desnuda y la mujer también. No puede hacerlo uno solo. Entonces, ante los míos, trato de mostrarme tal cual soy y recibo lo mismo de ellos. Es importante que los que estamos de este lado tengamos en claro que sin la gente no somos nada.
—¿Tenés pensado ir de gira con esta obra?
—Por ahora estaremos con algunas presentaciones en la Provincia de Buenos Aires. Es una especie de prueba piloto. Quizás durante la temporada de verano podamos ir a alguna localidad balnearia. A partir de marzo, quisiera comenzar una gira nacional y, si es posible, visitar también los países limítrofes.