Cumbia en el recuerdo: Media Naranja

En 1998, Martín Gallo  se sumó como vocalista a la banda tropical Media Naranja, también integrada por Mariano Zelaya y Diego Leyes, entre otros músicos. 

Con esfuerzo y perseverancia, los miembros de la agrupación se hicieron un lugar en la bailanta y ganaron popularidad gracias al hit El amor volverá. Durante cuatro años, Media Naranja editó cuatro álbumes de estudio y realizó giras nacionales e internacionales. Sin embargo, a mediados de 2001, los músicos se separaron e iniciaron otros proyectos. 

En el presente, y a través de las redes sociales, los fanáticos insistieron para que la agrupación regrese a los escenarios. Al respecto, Martín Gallo expresó: “El impulso para reunirnos y volver fue por los seguidores y gracias a ellos”.

En diálogo con este medio, el cantante habló sobre la movida tropical en los años 90 y la vuelta al ruedo de Media Naranja. 

—¿Cómo fueron los inicios en la banda?, ¿de qué manera vivieron la fama repentina?

—Entré por recomendación de un productor con el que tenía una gran amistad. En ese entonces tenía 17 años y el reconocimiento de la gente me llegó siendo muy jovencito. Lo manejé de la mejor manera, aconsejado por mi papá, que me mantuvo con los pies sobre la tierra, pero en un momento dado dejé de cantar en el grupo. Es necesario estar bien apuntalado porque un día se apaga la luz y la fama no existe más, desaparece. Hay que estar preparado para cuando todo se termina. Con respecto a la ruptura del grupo, en los últimos tiempos teníamos diferentes gustos musicales pero todo se dio en buenos términos. Ahora volvimos, tenemos cuatro temas nuevos y en marzo vamos a sacar el próximo disco, donde mantenemos el estilo romántico, la guitarra y el acordeón, pero incorporamos trompetas y otros sonidos. 

—¿A qué se debe la vigencia de la cumbia romántica de los años 90?

—Se debe a que los grupos como Amar Azul, Ráfaga, La Nueva Luna, Tambo Tambo, Malagata, Commanche u Onda Sabanera volvieron y están otra vez trabajando, porque la gente no los olvida. En cambio, el auge de la cumbia villera ya pasó de moda, el público quiere volver a sus raíces y reparten sus cartas de nuevo para ver qué sale de aquí en adelante. Sucedió que, sin querer, se armó una movida de cumbia retro. Por aquellos años, el trabajo realizado se hizo con responsabilidad y las canciones quedaron como clásicos en el inconsciente colectivo. 

—Tuviste una gran amistad con Marcelo “Chino” González, el fallecido cantante de La Nueva Luna...

—Compartimos una relación de amistad durante 22 años, de los cuales siete convivimos bajo el mismo techo. Fuimos como hermanos, mi casa era su casa y viceversa. Compartíamos lindos momentos, el amor por la música, y él fue el número uno de los responsables de la vuelta de Media Naranja. Nos tenía un gran respeto, cantó y tocó el bajo en el show de nuestro regreso. 

—¿Qué opinión te merecen los géneros como la cumbia villera o la cumbia pop?

—Hay un dicho que mantengo y repito siempre que dice: “Uno es lo que escucha”. No suelo disfrutar de esa música, aunque sí me gusta mucho el trabajo de Los Totora, son prolijos al grabar y respetan lo que hacen.