“El villano es el personaje más rico para interpretar”
Antonio Grimau supo encarnar a varios malos arquetípicos que lo posicionaron en la preferencia del público.
Antonio Grimau supo encarnar a varios malos arquetípicos que lo posicionaron en la preferencia del público, como el recordado Jano Amaya en Soy Gitano.
—En televisión te ha tocado interpretar a varios villanos ¿tiene un plus ese rol?
—Lo han contestado adecuadamente, para mi gusto, muchos actores, el villano es el personaje más rico para interpretar, el que ofrece más variantes, más posibilidades dramáticas, e inclusive te permite salir del galán almibarado que más o menos repite siempre lo mismo, las escenas románticas, los besos y demás. El malo tiene aristas que pueden ser incluso muy gratas para el espectador. Recuerdo siempre en Soy Gitano, Jano Amaya, mi personaje, muchas veces un muy mal tipo, y sin embargo la gente lo adoraba, porque quería a los hijos, porque sentía un amor verdadero con una mujer, en fin, esa dualidad también es muy interesante. Buscarle al malo el lado humano: eso también lo hace muy interesante.
—Como pasaba con Horacio Vandergelder en Hello Dolly!.
—Sí, también es un personaje que aparece al principio como un ser digno de ser rechazado y con el correr de la obra se va humanizando y la gente termina, no sé si queriéndolo, pero por lo menos aceptándolo. Esa es la dualidad que hace interesante a los villanos también porque ya no hay, creo que en la vida tampoco, malos al 100 por cien y buenos al 100 por cien, hay caracteres que tienen componentes de una manera o de otra y eso es lo rico para el actor: poder trabajar esa dualidad.