Elon Musk, inmerso en el escándalo de Jeffrey Epstein

El empresario, si bien no está acusado de ningún delito, está involucrado en un proceso judicial en el que se investiga el tráfico de menores.

El empresario Elon Musk fue citado por la gestión actual de las Islas Vírgenes, que además solicitó documentos para que el gobierno pueda investigar las conexiones del banco privado JP Morgan Chase, que habría beneficiado y sido el depositario de los beneficios que traían las redes de tráfico sexuales que coordinaba Jeffrey Epstein.

Si bien se trata de una citación judicial, el hombre no está implicado en ningún delito y solo se limita a que tiene un patrimonio alto y pudo haber sido beneficiario de los intereses de la casa de créditos.

Además, el gobierno de Estados Unidos autorizó la actividad judicial para que Elon Musk obtenga la orden y así puedan acceder a los archivos que muestren las comunicaciones entre el banco y el empresario fallecido Jeffrey Epstein. Lo que se busca son pruebas sobre la implicación del magnate y depredador sexual que falleció en la cárcel por sus implicancias en una red de trata de menores, que eran abusadas en viajes en el exterior.

Sin embargo, desde la gestión judicial de Islas Vírgenes no pueden encontrar a Chase, empresario de los medios de comunicación digital más reconocidos del mundo entero. Es por ello que contrataron a una empresa de investigación y así poder llegar a buen puerto.

Asimismo, a fines del 2022, la gestión gubernamental de las Islas Vírgenes demandó al líder de la entidad financiera por haberse beneficiado en la búsqueda de menores para llevar a una isla privada propiedad de Epstein y su pareja. En ese lugar transcurrían los delitos, cuando las jóvenes que eran estudiantes eran llevadas para trabajar o hacer pasantías, pero eran engañadas con fines oscuros. Por otro lado, la fiscal de Estados Unidos, Denise George, que lidera la demanda, esbozó respecto a Morgan y la investigación que lo aqueja: “Durante más de una década, JPMorgan sabía claramente que no estaba cumpliendo con las regulaciones federales en lo que respecta a las cuentas relacionadas con Jeffrey Epstein, como demuestran sus mínimos y tardíos esfuerzos”. Además, la demanda relata: “El tráfico de personas era el principal negocio de las cuentas que Epstein mantenía en JPMorgan”.

La Justicia está enfocada en encontrar y desarmar a esta banda en cuestión, que habría actuado desde principios del milenio en una red de trata de menores con el fin de explotación sexual, cuyos clientes eran poderosos de todo el globo terráqueo, que tejían negocios y eran los preferidos de Epstein, quien los invitaba a su casa, donde se cometieron la gran mayoría de los delitos.

La vida de Jeffrey Epstein

A mediados del 2019, el empresario Jeffrey Epstein se suicidó mientras cumplía su condena en una prisión en Manhattan. Tenía una sentencia provisoria y se encontraba a la espera del juicio por cargos federales, que lo acusaban de fundar una red de tráfico sexual cuyas víctimas eran jóvenes de once y catorce años, y que tuvo lugar entre el 2002 y el 2004.

Además, los testimonios daban cuenta de que una serie de personajes famosos se encontraba en la misma agrupación ilícita. Es más, Epstein estaba relacionado con Andrés de York, el hermano del rey Carlos III, que debió pagarle a una mujer que lo acusó por abuso sexual. El acuerdo se dio en el ámbito de lo privado.

Por su parte, Elon Musk tiene una descendencia profunda. De su matrimonio de ocho años con Justine Wilson, se convirtió en padre de seis hijos llamados Griffin, Xavier, Vivian, Saxon, Kai y Damian. Asimismo, despidieron a una bebé a la que llamaron Nevada, que falleció a los pocos meses de vida. Luego estuvo en pareja con una cantante llamada Grimes y recibieron a X Æ A-Xii y Exa Dark Sideræl. La pareja llegó a su fin y el hombre entabló una relación amorosa con una integrante de su empresa, y fueron padres de dos gemelos.

Ghislaine Maxwell

El empresario Jeffrey Epstein estuvo en pareja por más de dos décadas con una joven británica descendiente de una familia aristocrática. La mujer, de nombre Ghislaine Maxwell, fue declarada culpable de delitos sexuales en Estados Unidos y recibió una condena de veinte años por el delito de tráfico de menores y complicidad en el abuso de estas.

En ese entonces, la mujer habría actuado como señuelo para que las chicas tuvieran confianza, aceptaran las becas de trabajo a cambio de viajes o pagas, que eran el anzuelo para los fines más temidos, de los que fueron víctimas.

Por su parte, la defensa de la señora alega que hay una falta de evidencia para lograr la mentada condena y cuestionó que los demandantes no tenían las herramientas necesarias para los testimonios que dieron, suscitados hace más de dos décadas atrás. Asimismo, el equipo legal de la mujer aseguró que ella fue utilizada como carnada en una causa mediática y judicial de poderosos. Recordemos que su pareja estaba presa y sin una condena firme al momento de su muerte, que ocurrió en la celda que supo ocupar. Por ese entonces, la mujer se negó a subir a brindar su declaración al estrado, solo hizo una declaración breve en la que alegó: “Su señoría, el gobierno no ha probado su caso más allá de toda duda razonable, por lo que no es necesario que testifique”.

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