entrevista

Esteban Recagno: “Uno hace cine para la gente”

Disfrutando un gran momento de su carrera, el artista reflexiona sobre la profesión y cómo construye sus personajes.

Tres enigmas en Microteatro (CABA) y el estreno de El Banquete le permitieron a la estrella uruguaya, Esteban Recagno, conectarse con la actuación y Argentina. Con gran éxito en su país de origen y en Perú, el intérprete dialogó en exclusiva con diario Hoy para detallar sus proyectos y próximos pasos.

—¿Cómo estás viviendo el 2024?

—La verdad que estoy recontento porque yo estuve viviendo en Buenos Aires desde el 2014 al 2020, y después, en la pandemia, yo me volví a mi país y después de ahí me fui para Perú y justo yo me estaba volviendo para Uruguay y me salió esta propuesta por Microteatro. Víctor Malagrino, que es el autor de Tres enigmas, me dijo si me interesaba hacer ese personaje y me pareció muy divertido y dije sí. Aparte era como una excusa de poder volver y quedarme por un tiempito. Y ahí estuvimos hasta la primera semana de febrero en una comedia donde los personajes eran muy marcados. Yo hacía de Bautista, la obra transcurría sobre una empresa que tenía tres empleados que hacían juegos para poder tener mejores sueldos, que lo habían acomodado porque era amigo

—¿Qué podés contar sobre El Banquete que se estrenó ayer?

—Mi personaje, que es prefecto, trabaja en Prefectura, tiene como una especie de amor, pero es más platónico de su parte, con una reportera que hay en la película. Él se siente como que la tiene que proteger, más allá de su trabajo. Se empieza como a encariñar con ella y también van sucediendo algunas pequeñas historias ahí, amor en cada uno. Pero lo que prioriza es como el poder, la codicia, como lo importante de esta película que muestra un poco lo que es capaz el poder, de lo que son capaces las personas de hacer por llegar ahí, por obtener poder. Entonces eso me pareció que estaba bueno. Y mi personaje es como un tipo muy rígido, por lo que es su profesión, y se muestra un poco su debilidad cuando al verla se le nota. Además, compartir algunas escenas con, obviamente, con la que hace de reportera y otro actor que es Emiliano Carrazone. Pero, bueno, compartir también escenas con Gabriel “El puma” Goity y la verdad que verlo a él haciendo de malo es para mí como una clase de actuación, es de esos actores que vos viéndolos aprendés mucho. Cuando te toca laburar con esa gente es como que aprendés el código. El cine, a diferencia de por ahí el teatro, y más el Microteatro que es como una cosa más arriba, trabajar como esa naturalidad, pero no que sea una naturalidad solemne, que se noten matices, entonces es un laburar en un término medio que es superinteresante que tiene el cine. Uno hace cine para la gente, para que la puedan ver. Porque sí es un personaje muy afectado o con mucho dramatismo es duro quedarse con ese estado durante todo un rodaje. Entonces lo hace ya por un tema de vos sentirte mejor y es como que lo vas aprendiendo con la práctica. Es re loco porque yo también doy clases de actuación, sobre todo para niños y adolescentes, que es como un rubro en el que me siento muy cómodo trabajando, con los niños y con los adolescentes. Y es difícil de explicarles esa parte, ¿no? Pero a medida que le vas dando más escenas de personajes diferentes como eso es lo que está bueno siempre. Lo que sí siempre intenté es como tratar de hacer cosas muy distintas, viste. Por ejemplo, no sé, de la película desde la última vez que nos vimos, es un personaje muy distinto al del banquete y diferente al de esta obra de Microteatro. O sea, intento, ¿no?, a veces, digo. Hay posibilidades que a veces uno te llama ya directamente para algo, pero como que me gusta esto de poder jugar con algo distinto para yo no aburrirme también.

—¿Cuándo supiste que querías ser actor?

—Yo cuando tenía más o menos 7 u 8 años en el colegio me regalaron una beca para estudiar teatro y actuación, me acuerdo de que me llamó la directora del colegio. Yo no era un alumno sobresaliente, y cuando me llaman me dice que el profesor de canto del colegio me regaló una beca para estudiar teatro con una maestra muy buena del Uruguay que ahora lamentablemente falleció, ya hace un tiempo.

Y a mí me quedó como eso en mi cabeza, viste, y cuando era niño era bastante tímido.

—¿No imaginabas entonces esto para vos?

—No, cero, no lo registré. Porque uno cuando es chico juega mucho más que cuando es grande y la oportunidad que nos da la actuación es poder jugar con diferentes papeles. Y es un juego donde trabajás tu imaginación, tu creatividad y también está el proceso de lo que es la investigación, que obviamente dependiendo el personaje vos tenés que investigar un poco la época, un estilo o un montón del país en el que estás. Me gusta mucho buscar información o libros que te hablen de esa persona, o documentales, eso me parece que es interesante también. Ahora es el momento de justamente como elegir personajes que yo siento que son diferentes uno de los otros y que sean un desafío para mi actoral. Yo cuando era más chico o cuando arrancaba como que hacía todo lo que me proponían, lo que me ofrecían, lo hacía. Ahora no me pasa eso, pero no porque yo me la crea, para nada. Es como que me tiene que llenar, por otro lado, y que sea un desafío para mí, entonces es como que, por ejemplo, si en cine no me sale un personaje, por ahí prefiero hacer una obra de teatro con un personaje que me parezca un desafío hasta que salga.

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