ENTREVISTA EXCLUSIVA

Gabriel Corrado: “Producir ficción en Argentina es muy difícil”

Recordado por sus participaciones en telenovelas y programas que recorrieron el mundo, el actor apuesta hoy por el cine y la producción.

El estreno de Karakol, de Saula Benavente, devuelve al cine a Gabriel Corrado, actor que recientemente participó de Baldío, de Inés de Oliveira Cézar y El amor menos pensado, de Juan Vera. Diario Hoy dialogó con él sobre su trabajo, pero también del momento que se vive.

―¿Cómo es acercarte al cine en este momento de tu carrera?
―Es una grata sorpresa para mí que algunos directores me elijan para una película. Antes de la cuarentena también hice un papel en Hoy se arregla el mundo, la nueva película de Ariel Winograd. Mi carrera se orientó a la televisión, y estoy feliz, de hecho participé en Riviera, serie inglesa que se rodó acá. Antes el cine estaba separado, como el teatro. Muy pocos podían hacer televisión, cine y teatro, pero hoy todo es muy parecido; me pone muy feliz trabajar, nunca es tarde.

―En el último tiempo impulsaste varias facetas tuyas, ¿siempre las tuviste?
―Creo que son inquietudes que uno tiene latentes y son canales de expresión, van surgiendo, uno no programa. Soy una persona muy intuitiva, por un lado, y organizada, pero no programada como un robot; voy sintiendo y las voy haciendo. Uno puede tener sueños y hasta que no se concretan no cae. Con el deseo no basta, hay que tener disciplina y organizarse, y eso está en mi ADN. Con el libro tardé mucho; tenía un borrador, ideas, firmé contrato y tardé tres años; quise abandonarlo, pero no lo hice, y lo terminé.

―¿Por qué hoy la telenovela no logra efecto en el público, pero sí se consumen producciones extranjeras?
―Tiene que ver con un tema económico: un episodio de ficción cuesta 40.000 o 50.000 dólares; comprar una lata te sale 500. Fijate el riesgo de un canal para producir ficción, no hay con qué darle. Producir en Argentina es muy difícil; todo el tema sindical es un pelotazo en contra. No es que sean los malos de la película, pero si se ponen difíciles se complica.

―Tal vez hacer algo más compacto como Taxi, que produjiste hace años…
―Por supuesto, una telenovela no tiene por qué ser solo de amor. No hay un gran misterio, hay que tomar riesgos. En los canales, ayudados por marcas, se puede y es posible, estando el Estado presente.

Una constante en su carrera

―La ficción marca tu trayectoria: ¿qué recuerdos tenés del boom de las telenovelas?
―Eso hace a la carrera de un actor o actriz. En muchos países aún estoy vigente por latas que se siguen pasando; de hecho en cuarentena hice muchos vivos para esos países. En los años 90 y en los 2000 lo viví muy feliz y salí a buscar oportunidades; incluso fui a España y me contrataron para estar en ficciones y conducir.

―¿Cómo se hace en pandemia para seguir impulsando cosas?
―Yo seguí trabajando con los límites de la cuarentena, para Riviera hice algunos doblajes online. Con mi productora impulsé proyectos para que, cuando se corra este velo, oscuro se hagan.

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