Entrevista Exclusiva
Gabriela Toscano: “La ficción sirve para develar qué es la vida”
La actriz llega a la comedia, género en el que ansiaba trabajar, junto a Adrián Suar y Soledad Villamil, en una historia que se cuestiona si se puede amar a dos personas al mismo tiempo.
Gabriela Toscano estrena en Netflix Corazón loco, de Marcos Carnevale. Allí encarna a Paula, una mujer que descubrirá que su marido tiene otra esposa. Diario Hoy pudo hablar con la actriz sobre su presente y mucho más.
—¿Qué fue lo primero que pensaste al leer el guion?
—Me gustó el combo (risas), la propuesta de Marcos Carnevale de hacer este trío con Soledad Villamil y Adrián Suar, ya el elenco me fue muy interesante. Después la historia que viene de hace mil años atrás, que se ha hecho de manera diferente, del hombre que tiene dos familias. Era interesante desde mi personaje el descubrir algo, esa traición, y ese romper con la idea que era para toda la vida.
—¿Te gusta la comedia?
—Hablamos mucho con Marcos porque es una comedia con un tono particular, es comedia, pero por momentos roza el drama y cambia de camino, es como una comedia “francesa”.
—¿Hace cuánto que no hacías cine?
—Desde Las viudas de los jueves, y quería hacer comedia, a mí se me refiere mucho al drama, en televisión he hecho más comedia.
—¿La comedia da espacio para jugar?
—Sí, me gusta mucho.
—¿Cómo fue el trabajo con Adrián y Soledad?
—Divino. Es muy difícil decir esa palabra, siempre hay problemas o cosas que surgen, pero ha sido una filmación en buena relación y de mucha creatividad, tanto con ellos, el director, el equipo. Cuando se da así, hay que agradecer, porque eso aflora en la pantalla.
—La película ha levantado polémica antes del estreno, ¿qué opinás sobre esto?
—Cuando tenía 9 años hice un Alta Comedia que se llamaba Las viudas de Beto, con Norma Aleandro y Oscar Ferrigno. Éramos dos hijos, de dos mujeres que se encontraban en el velatorio del marido. Luigi Pirandello ya tenía esto, es una historia que se va repitiendo y se hace de distintas maneras. Hay un tema que es que tenemos que volver a preguntarnos qué es la ficción. Para algunos es sentarse y reflexionar sobre qué es la vida.
Si vamos a judicializar la ficción vamos a empezar a censurarnos, y es lo peor que puede pasar, dentro de la pantalla, en la ficción, podemos hacer lo que queramos, después veremos qué dispara en el espectador, puede decir me gusta o no me gusta, me cuestionó algo, alguna creencia, millones de preguntas, porque si no estamos en el chisme de barrio, y opinamos y opinamos, y es sentarse en la puerta de tu casa y opinas por opinas y todo se transforma en una cosa vacía. Tenemos que volver a pensar para qué la ficción, más allá del entretenimiento, pero sirve la ficción para develar qué es la vida.
—Desde tu última participación en cine a esta, ¿notaste cambios?
—Un gran avance en la tecnología, tuvimos al Chango Monti en DF, y es muy interesante hablar con él, hice con él El exilio de Gardel, y hablamos cómo era antes y ahora, la tecnología te permite no esperar tanto tiempo. Estuve un poco nerviosa los primeros días.
—¿Qué recuerdos tenés de El exilio de Gardel?
—Es una película que no envejece, con una fotografía increíble, que está filmada muy bien, el tema de la película. Conocí a Pino Solanas a mis 17 años y la filmé a los 18. Era muy chica, fue muy impactante en ese momento entrar en ese mundo, hablar de los exiliados, tenía yo conocimiento y no, ir a París, fue maravilloso. Era una nena con la frescura de una adolescente, es algo que te marca en la vida, fue un antes y un después, como muchos trabajos míos. Tengo muchos buenos recuerdos y dolores de cabeza, por mi desnudo.