Entrevista Exclusiva

“La empatía es fundamental para un cambio”

Durante una entrevista con este multimedio, Mauro Guiretti reflexionó sobre estos tiempos y presentó su obra inspirada en el gran Facundo Cabral.

Abocado a la música popular, Mauro ­Guiretti es el responsable del homenaje federal en formato concierto titulado Facundo Cabral vive. Además, trabaja en un documental sobre este personaje y asimismo lanzó su nuevo disco, Esclavo de la libertad. Es por ello que dialogó con este multimedio, para hablar sobre los orígenes de sus proyectos, el camino recorrido y su visión sobre la escena actual.

—¿Qué otras aristas te faltan recorrer?

—Una vez terminado el trabajo de lanzamiento del disco Esclavo de la libertad, tengo la inquietud de realizar un trabajo audiovisual documental, ampliando todo lo que no he alcanzado a contar en el concierto Facundo Cabral vive. He podido comprobar los múltiples testimonios que moviliza la obra del trovador argentino analizando los comentarios publicados en blogs, vídeos de entrevistas y/o redes sociales. Un gran porcentaje de la sociedad tenemos la necesidad de un mensaje claro, conciso y ­contundente, que nos libere de las trampas que generan la ignorancia, el consumismo y el ­marketing, la corrupción política, las ­financieras y los falsos templos, para dar lugar a las riquezas espirituales, intelectuales, artísticas y éticas, a la conciencia social, la empatía, la honestidad y el sentido común. Sé de la importancia del mensaje inmerso en la filosofía de vida y la obra de Facundo Cabral. ­Sumergirse en la obra de Facundo es un proyecto cultural con proyección educativa. Quiero que las ­nuevas generaciones tengan la oportunidad de conocer a un artista único. Creo que la figura de Facundo Cabral crecerá en importancia a lo largo de los años y pretendo ser parte de ese puente.

—¿Cuál es el origen de este proyecto relacionado con la figura de Facundo Cabral?

—Este proyecto empezó hace tiempo y podría resumirlo en tres partes cronológicas. La primera inicia con esta frase: “Cuando el hombre trabaja, Dios lo respeta; mas cuando el hombre canta, Dios lo ama”. Pertenece al poeta hindú Rabindranath Tagore, repetida por Facundo Cabral, fue el motivador principal para empezar un camino de devoción hacia uno de los cantautores más importantes de nuestra música nacional y latinoamericana. Allá por el año 2004, cuando recién desembarcaba en Buenos Aires desde mi Patagonia, el conductor de Radio y presentador Roberto Zapata utilizaba esta frase inspiradora para invitarme a uno de los escenarios de la obra Don Orione. Al escucharla quedó resonando en mí y al bajar le consulté por dicha frase, a lo cual él, no solo me contó el origen, sino que me ofrendó - lo que para mí sería un gran tesoro y apertura de un camino - el disco en vivo de Facundo Cabral en Lima. Luego de la tragedia de Guatemala y habiéndose repatriados los restos de Facundo, la despedida se realizó en el teatro ND Ateneo y fue allí dónde sin querer queriendo, canté a modo de responso No soy de aquí ni soy de allá. En medio de tanta conmoción empecé a balbucear: “Me gusta el sol, Alicia y las palomas...”. Y fue en ese momento cuando se sumaron espontáneamente todos los presentes cantando a pecho abierto las estrofas de la canción emblemática. Se produjo una gran ovación y fue tal el grado de conmoción que, instintivamente salté la valla que nos separaba del féretro y me dirigí hacia el mismo, ofrendándole mi guitarra criolla que quedo arropada entre las flores. Temblando como una hoja me retiré con el estuche vacío… O mejor dicho lleno de eterna gratitud hacia Facundo. Tiempo después conozco a Piero y le propongo homenajear al fallecido recreando la canción Este es un nuevo día.

—¿Cuál es tu visión sobre la escena actual?

—Este tiempo no es fácil para los artistas. La pandemia nos ha marginado y en muchos casos hemos tenido que reinventarnos. El disco físico está quedando obsoleto y las nuevas modalidades como las plataformas Spotify y YouTube poco valoran a los artistas en cuanto a la retribución monetaria que liquidan por reproducción. El año pasado fue difícil y éste no se avizora mucho mejor, pero sabemos que no es tan importante lo que pasa, sino qué hacemos con lo que nos pasa. También estamos viviendo una transición entre lo que representaba un concierto en vivo con la nueva modalidad streaming. Lo que desde el escenario se veía como un respetuoso aplauso de aprobación, un aplauso con manos arriba pidiendo un bis o una ovación de pie, se traducen en la virtualidad como un me gusta”, un comentario o un compartir respectivamente.

—¿Cómo adherís a las luchas y conquistas de género?

—En la ciudad de Fiske Menuco (General Roca, Río Negro) tuve la posibilidad de marchar en el Día de la Mujer, donde pude ver madres con sus pequeños hijos varones levantando el reclamo por una sociedad igualitaria. Sinceramente no ví muchos hombres adultos. Me llamó la atención un niño con una pancarta que anunciaba: “Si mamá no vuelve, que arda todo”. Los femicidios han ido avanzando. No es muy difícil sensibilizarse pensando que a quien le han quitado la vida podría haber sido nuestra pareja, nuestra madre, hermana o sobrina. La empatía es fundamental para un cambio. En las estadísticas aparecen como un número más, pero cuando nos toca vivirlo de cerca, recién allí podemos dimensionar el dolor de una vida truncada y el enorme vacío de los familiares. Estoy a favor de la lucha de la mujer por la igualdad de género en la sociedad. En el año 1951 Evita promovió el voto femenino y nos dio un gran ejemplo. Una comunidad en crecimiento debe bregar por los derechos de igualdad. Es importante participar a los niños en la concientización de una sociedad equitativa. El machismo tribunero va quedando relegado. Las nuevas generaciones van teniendo otro parecer. Eso es alentador. No olvidemos que igualdad significa tener las mismas posibilidades. La Argentina es pionera en leyes como la ley del matrimonio igualitario o la tan discutida ley del aborto. Por supuesto que nadie está a favor del aborto como una cuestión de principio, pero hay un alto porcentaje de mujeres que, por distintas situaciones, se ven en la obligación de tomar la traumática decisión de interrumpir el embarazo, ya sea por no tener un apoyo familiar, contención, por ser víctimas de violación, etc. Ese porcentaje se da en la clandestinidad y como decía Pepe Mujica, esas mujeres toman decisiones a pesar de las discusiones de principios políticos o filosóficos. Es una triste decisión que nunca se toma sin atravesar un marcado trauma. Creo que hay que empatizar con la soledad, la falta de recursos y la angustia. Los hechos demuestran que la mujer al tener una contención del estado puede llegar a retroceder en su decisión y se pueden salvar más vidas. El Estado debe estar presente y no dejarlas aisladas a merced de peligrosos procedimientos que nunca terminan bien.

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