La herencia de los mellizos Fort

Los jóvenes Marta y Felipe cumplen la mayoría de edad y así podrán acceder a la fortuna que les pertenece dentro de la empresa familiar.

De forma reciente, el preparador físico Gustavo Martínez, que estaba a cargo de Marta y Felipe Fort como tutor responsable hasta que cumplieran la mayoría de edad, decidió quitarse la vida y se arrojó por el balcón del departamento que habita en el barrio porteño de Belgrano.

A finales de este mes, los mellizos Fort van a cumplir los 18 años y así serán los legítimos herederos de la fortuna de su papá. Es por ello que podrán acceder al porcentaje que les ­pertenece dentro de la empresa familiar dedicada al chocolate. Además de estas aristas, los mellizos podrán hacerse parte de los automóviles del fallecido artista. También contarán con las propiedades tales como los campos adquiridos en el interior del país, viviendas en el corazón de Buenos Aires y el departamento que habitan en la actualidad donde sucedió el suicidio de Gustavo. Por otro lado, van a tomar posesión de una suma de dinero que tienen acumulada y pertenecen a las ganancias de la empresa FelFort.

Al morir Ricardo, Gustavo se hizo cargo de la crianza de los niños. De esta manera, recibía una mensualidad para costear los gastos que estaban dados por los sueldos de la niñera, la empleada doméstica, la seguridad, los impuestos y los gastos alimentarios. Estos costos fueron descontados de los dividendos pertenecientes a los adolescentes. Si bien Martínez era el tutor y administrador, en más de una oportunidad afirmó que no recibía un sueldo por estas tareas.

Los menores de edad se encontraban en el departamento cuando ocurrió el siniestro y luego de las investigaciones, fueron los principales en declarar a través de las redes sociales.

Allí explicitaron que estaban atónitos y tristes ante los hechos de público conocimiento, dando cuenta que las relaciones no marchaban sobre ruedas. A la brevedad, los jóvenes van a viajar con destino hacia Estados Unidos junto a la niñera de nombre Marisa que los acompaña desde sus nacimientos. Esta travesía no va a suspenderse y allá también harán encuentros con amigos entrañables de su papá.

Una decisión drástica ante la enfermedad

La carátula de la muerte de Gustavo Martínez está dada como suicidio, pero igual las autoridades aún investigan cuáles fueron las causas. El siniestro hecho ocurrió a la madrugada, mientras los niños descansaban en sus habitaciones.

Desde la muerte de Ricardo, no pudo superarlo a pesar de que eran amigos y las relaciones de pareja habían quedado atrás. Allí surgió la noticia de que el preparador físico atravesaba una enfermedad como lo es el Alzheimer, pero aún no estaba en un grado avanzado. Aun así, no podía continuar con su trabajo y la depresión constante no encontraba solución en las terapias iniciadas. Antes de suicidarse, se escribió con un sobrino y dio cuenta de su mal estado. También cortó los alambres de seguridad que estaban en la propiedad.

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