La intensa vida de Rodolfo Bebán

En un repaso histórico por los ciclos, personajes y figuras que marcaron un momento de la TV argentina, diario Hoy recuerda la trayectoria del actor.

Reconocido como galán, el actor Rodolfo Bebán desarrolló una prolífica carrera tanto en en cine como en televisión y, principalmente, en teatro, donde fue un profesional en todos los lenguajes del arte. Asimismo, fue un galán más que admirado y tuvo la posibilidad de compartir sus días con colegas y profesionales que supieron conocer sus artes de seducción arriba y abajo de los escenarios.

Con una estricta privacidad que siempre destacó en su vida íntima y profesional, Rodolfo fue criado en el seno de una familia de clase media y en su adolescencia comenzó a interesarse por la actuación, la que ejercía en sus tiempos libres mientras estudiaba el colegio secundario. De esta manera, poco a poco fue codeándose con grupos de artistas y hasta llegó a formar parte de muchas instituciones teatrales en su línea fundadora, demostrándose y demostrándoles a todos que la actuación era algo importante en su vida.

Nacido en la ciudad de la furia, el galán de ojos azules partió a Europa en su primera juventud para luego pisar fuerte en la escena de telenovelas, que en el siglo pasado supieron tener niveles de audiencia únicos, llegando a compararse, por ejemplo, con emisiones de partidos de la Selección Nacional de Fútbol. Paso a paso, se hizo un lugar en el mundo de la ficción y no tardó mucho en enamorar a más de una colega. Asimismo, en los 60 conoció a la actriz Claudia Lapacó, luego de protagonizar una novela. Primero se casaron y luego llamaron a la cigüeña para fundar una familia con dos hijos en común. Al tiempo, siguieron caminos por separado y muchas décadas después se reunieron en una obra que iban a protagonizar en comunión.

Con el transcurso de los años se le asignaron muchos romances que nunca aclaró, puesto que no hablaba de su intimidad. Entre ellos se le endilgaron amores con Susana Giménez y Thelma Viral. Luego el hombre conoció a una modelo de nacionalidad paraguaya llamada Liz, y fueron padres de Dolores. En plenos años 60, su trayectoria no paraba de crecer y decidieron que iba por más. Así, volvió a estar solo y a involucrarse en proyectos de ficción nacional. En ese interín se encontró con otro amor, Gabriela Gili, de profesión actriz, con quien compartiría rodajes y un matrimonio con tres herederos. Este sería su gran amor, que terminó con la muerte de la actriz debido a una afección cardíaca. Por otro lado, luego de sobreponerse siguió trabajando y estando junto a su familia. Además, volvió a apostar al amor. Con una vida y una cosecha de éxitos, el hombre falleció el año pasado dejando un gran camino recorrido, con excelsas demostraciones artísticas.

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