Mónica Posse
“La música siempre llegó de una manera muy sencilla”
Así se expresó Mónica Posse sobre su incursión en el arte, que la llevó a recorrer el mundo entero como también a obtener grandes galardones por su obra. En una charla íntima, habló de la profesión y los deseos a futuro.
Desde su primera infancia, Mónica Posse estuvo involucrada en la música, cuando interpretaba canciones junto a sus hermanos dentro del hogar. Tiempo después, cuando transitaba la adolescencia, incursionó como modelo en las pasarelas, para luego conducir pequeños segmentos en la pantalla chica.
Repleta de proyectos y entusiasta, se adentró en la música para triunfar como cantante con su disco debut, que alcanzó galardones internacionales.
A lo largo de su trayectoria, supo compartir escenario con estrellas y amigos como Marilina Ross, Lito Vitale y Patricia Sosa. Entre sus discos se destacan Tiempos de cambios, El amor es la fuerza, Brilla, Linaje de mujeres y Los singles. Además se abocó a otra disciplina humanística con la que prepara su primer libro y una gira repleta de seminarios y canciones.
En diálogo con este multimedio, la artista se refirió a su vasta trayectoria y presentó los proyectos en los que está inmersa en la actualidad.
—Lograste una carrera certera en todas las aristas del arte y los medios de comunicación respectivamente. ¿Cómo recordás tus primeros pasos como modelo y conductora?
—Ese período estuvo repleto de desafíos nuevos para los que tuve que activar el coraje y lanzarme en esas nuevas aventuras. Fue un momento de muchísima actividad que me dio grandes satisfacciones. Sucede que cuando empezás algo no sabés qué resultados vas a tener, pero siempre fueron positivos.
—Tras este paso por las pasarelas y la pantalla chica, ¿en qué momento comenzaste a sentir la atracción por la música?
—Junto a mis hermanos cantábamos desde niños. Hacíamos voces, podíamos interpretar muchas voces. Nos gustaba hacerlo, nos entreteníamos con eso y lo vivíamos como un juego. Se me da muy bien. Sin embargo, jamás imaginé hacerlo profesionalmente ni soñar con eso. Nunca tuve esa fantasía, para nada. Así fue como empecé en este arte. Siempre me llevaron de la mano, la música siempre llegó de una manera muy sencilla. Es decir, estaba en pareja con músicos, productores, ya estaba en mí pero aún no lo sabía. Así empecé a grabar algunas cosas a finales de los 70 con mi primera pareja; y luego, con la segunda, que fue un productor de radio, comencé a tener más contactos. Me allanó el camino pues insistía en que tenía que cantar. Siempre le hacía las segundas voces a lo que escucháramos. Le estoy agradecida por ello de forma eterna.
—En la actualidad, ¿en qué proyectos estás inmersa?
—Estoy terminando un libro donde cuento los detalles de mi proceso de expansión de conciencia, mi camino de toda la vida, de todos los años; donde revelo los encuentros con la astrología humanista, la evolución, con el desdoblamiento del tiempo, con la lógica global convergente. Esto se dio en mucho tiempo por una gran búsqueda, y así lo plasmé en esta obra que ya tengo escrita hasta su mitad. Creo que lo terminaré este año. El otro proyecto que tengo, hay esperar para ver cuándo se puede girar por el país y así llevar seminarios en concierto, compartiendo con el público mis conocimientos sobre cómo funciona la vida y cuáles son los propósitos de todos los seres humanos mientras estamos acá en la Tierra.
El hilo conductor es la música, mi música, utilizando canciones como disparadores o afirmaciones de lo que estoy diciendo. Me defino como cantautora que da mensajes con el estilo que me salga en ese momento, porque soy muy creativa. En muchas canciones he recibido la letra y la música todo junto. No soy de componer por oficio, nunca me salió. Es algo que sucede cuando es el momento, que canaliza en una canción. Es por ello que me defino así, prestando mucha atención a lo que digo porque me mueve a mí cuando canto, lo que digo.
Con este proceso lo que intento compartir son todas las herramientas que aprendí, que fui viendo sobre la mecánica de la realidad que nos habla todo el tiempo a cada uno. Se trata de una nueva mirada para ver la vida desde una perspectiva diferente a la que tenemos reseteada por defecto. Cada ser humano tiene un seteo que es mirar las cosas desde el miedo y el control, está basado en cuatro programas que son supervivencia, búsqueda de protección, comparación y competencia, y sustituir el faltante que siempre sentimos que tenemos.
Tenemos que saber que en el universo no sobra y no falta nada, pero como no se nos enseñó eso, funcionamos con esos programas y somos como una especie de autómatas. Una vez que nos abrimos, que entendemos otras lógicas, nos abrimos a un mundo infinito, generoso, repleto de posibilidades.
“Nunca sentí discriminación por ser mujer ni tuve inconvenientes”
Mónica Posse supo construir su camino en la música, alrededor de diferentes vertientes que potenciaron su acercamiento a la disciplina y expusieron su talento.
—Desde tu incursión como cantante, recorriste todos los géneros y estilos posibles. ¿Cuál es tu estilo preferido, si es que lo hay? ¿A qué desafíos debiste enfrentarte durante el camino?
—No es que alguno lo sea, lo que sí acepto es que tengo canciones preferidas de cada álbum que grabé, que son de diferentes estilos o géneros. En relación a los desafíos, siempre fueron internos para mí. Estuvieron dados por fomentar el coraje para salir al ruedo, trascender el miedo, hacer las cosas con ganas. Nunca sentí una discriminación por ser mujer ni tuve esos inconvenientes.
Desde que empecé, enseguida sentí que se me abrieron las puertas, tuve una buena receptividad tanto de las compañías discográficas como de los productores y el público. Se dio un acercamiento de mucho cariño con los seguidores, y esto sigue por los años y los años, pues adonde voy a cantar recibo un enorme respeto. Entonces jamás tuve un rollo con ello.