entrevista

Lisandro Alonso: “Termino de entender el deseo que tuve de filmar una película mucho tiempo después de terminarla”

El celebrado realizador presenta una de sus obras más personales.

Tras casi diez años de ausencia en las pantallas, Lisandro Alonso presenta su nueva película Eureka, ambiciosa coproducción protagonizada por Viggo Mortensen, Chiara Mastroianni, Alaina Clifford, Sadie Lapointe, Villbjørk Malling que llega a los cines tras pasar por varios festivales.

Dividida en tres etapas, y con la utilización de manera irónica del género western en su primera etapa, hablamos con Alonso para saber detalles de la película y retrospectiva que se realizará sobre su obra en la sala Leopoldo Lugones (CABA).

—¿Cómo estás viviendo que la película se estrene tras su paso por varios festivales?

—Es el final de una tarea que no fue nada fácil. Diez años, la pandemia, cuatro países, diferentes idiomas, culturas, cuestiones personales, familiares, conflictos económicos en Argentina y resto del mundo que nos interrumpieron, miles de problemas, pero, bueno, por suerte, me parece que no se ve reflejado en la película. Estoy contento, la verdad, me llevo demasiado tiempo, diez años, para mí, para terminar una película es mucho, sobre todo por el tipo de película que yo suelo hacer, o de las primeras cuatro películas. Yo tenía un ritmo de dos películas por año, películas más chiquitas, y un día en la vida empezó a ser más complicada, a partir de Jauja, me lo busqué, eh, pero con placer. Empecé a escribir con Fabián Casas, se incorporó Viggo Mortensen, un director de fotografía de afuera, empezar en Dinamarca. Filmé en otros idiomas también, otros tiempos, espacios, la estructura de las películas que venía haciendo se quebró y con Eureka aposté, incluso un poco más. Funcionó, se financió perfecto. Ahora, cuando hubo que llevarla a cabo, cuando íbamos a empezar a filmar dos días antes cayó el covid, y ese fue el primer mazazo porque eso se interrumpió la película un año. Tuve que cambiar el productor francés, que me demoró contractualmente otro año, la película, y después, bueno, actores empezaron a caer porque tenían otra agenda, otros protocolos, en cada país, los equipos técnicos, era diferente, el de México, el de Portugal, o Almería, Estados Unidos. Se complicó la película que ya era de por sí complicada y yo pensé que iba a ser una película fácil, pensé que era como filmar tres o cuatro cortos. Pero acá tenía cuatro productores, y al mismo tiempo no tenías a ninguno, porque cuando hacías una pregunta, uno se hacía el tonto y miraba para otro lado. Y cada uno tenía su forma de proceder, su forma de organizar el presupuesto, la contabilidad, la economía, los pagos, las formas y bueno, me parece que yo como argentino, latinoamericano, tengo una forma más de moverme un poco más holgada, más juguetona, más divertida. Entonces era ir siempre un poco al choque. Volviendo a tu pregunta, sí, estoy contento de estrenar finalmente, sobre todo porque va a estar en la sala Lugones, una sala que me considero amigo, y estarán todas mis películas anteriores, salvo La Libertad, me hacen una retrospectiva. Voy a poder pasar películas en 35 milímetros que las tenía en casa, le saqué un poco la telaraña y se le fue un poco el polvo, y las vamos a proyectar. Voy a poder revivir películas que hice con técnicos hace diez, quince, ocho años, me pone contento.

—No ves mal este “homenaje”…

—No, me están haciendo una retrospectiva y no tengo 70 años. Me pone contento, primero porque sé, yo trabajé en Mar del Plata en algunos festivales, y sé que las retrospectivas no son póstumas, y sobre todo porque me pone contento porque es la primera que me hacen en Argentina. Afuera me hicieron varias, no quiero pecar de arrogante, pero me han hecho muchísimas retrospectivas. Incluso con las primeras tres películas ya me hacían retrospectivas, he viajado por muchísimos lugares presentando todas las películas que había hecho con invitados, sin invitados, en cualquier otro idioma y en Argentina no me tocó. Ahora soy profeta en mi tierra o algo así, y me toca en un buen momento. Me toca con una película, con la retrospectiva que acompaña, soporta y solidifica el estreno de Eureka, que es una película compleja, de un concepto que no es fácil. Que demanda quizás un poco más la atención y que está bueno acompañarlas con las películas previas para que, si hay algún público que se anima, sepa de dónde vengo y cómo llegué a ese lugar. Me parece que es interesante ese seguimiento.

—Cuando imaginás una película, ¿pensás en el espectador? Eureka es una película de larga duración…

—Si te soy sincero, nunca pienso demasiado en el espectador como esa masa de personas que uno se ilusiona con que esté sentado en el cine cuando pasa su película. Yo soy mi primer espectador. Yo soy el primero que se quiere seducir a sí mismo y sorprenderse con la búsqueda creativa que intento. En cuanto a la duración, esto es una película de dos horas y media y se extiende porque yo entiendo que necesita extenderse. Tuve mucho tiempo para editarla, más de 4 años desde que empecé a firmarla hasta que termine el montaje, o sea que sé perfectamente que si yo dejo un segundo o un minuto de un plano fijo es porque yo decidí dejarlo, no es que está a la bartola. Después, con las películas que inicié hace más de veinte años, duraban 63 minutos, 70 minutos y ya a la gente le parecía superlarga, o sea que si ahora les presento una película que es larga, le va a parecer... quizás es el caso inverso. No le tengo miedo a eso porque siento que los que a mí me interesan son los que se quedan, no los que se van. Requiere una elaboración a medida que van pasando y sobre todo las transiciones que hay entre los segmentos. Digo, como que uno tiene que estar atento y es demandante, porque quizás ya, pues, cuando viene la parte verde de la película, que le digo yo, que ya está, capaz, cansado, y decís, ¿otra historia más y por qué? ¿Y es caprichoso? Bueno, yo le encuentro la lógica, quizás, pensándolo contigo, llevó una evolución que la película no se plantea en ese formato en esa duración, pero no necesariamente termina ahí. Hicimos una película que en el mejor de los casos se queda un tiempo contigo y de vez en cuando volvés para hacer alguna conexión con alguna otra cosa que ves. La película va ahí como en una bola lenta y a veces me pasa que yo en las películas termino como de realmente entender el deseo que tuve en filmarla mucho tiempo después de terminarla.

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