Luciano Cáceres: “Lo que sucedía dentro de El nido estaba sucediendo en todo el set”

Uno de los más talentosos intérpretes y realizadores del país vuelve a la pantalla grande en una acabada película de género que predijo, sin saberlo, la pandemia.

El nido, de Mattia Temponi, tiene a Blu Yoshimi y a nuestro Luciano Cáceres como protagonistas. Un relato que dispara la interacción de dos personajes ante la llegada de una pandemia, que, sorpresivamente, fue escrita mucho tiempo antes de la verdadera enfermedad que azotó a la humanidad. Hablamos en exclusiva con Cáceres para conocer los detalles del rodaje ubicado en Roma, Italia, y los proyectos que se vienen.

—¿Cómo te llegó la propuesta?

—Me llegó en el 2019, o sea, todavía no estábamos en pandemia, entonces cuando yo leía sobre los barbijos, los guantes de látex, el alcohol en gel, todo ese lugar encerrado, pasar una cuarentena, parecía algo futurista de ciencia ficción. Cuando nos tocó filmar la película, lo que sucedía dentro estaba sucediendo en todo el set, nosotros no entrábamos al set hasta que no nos testeaban, no podíamos tener contacto, manteníamos distancia todo el tiempo con barbijos, todo el mundo con barbijo y máscara. Era en Roma, y noso­tros éramos los únicos que en el momento de la toma venía un personal sanitarista a sacarnos todo, se tiraban y después nos daban unos nuevos. Estuve cinco meses y medio guardado en casa, me subí a un avión de golpe lleno porque salía un solo vuelo o dos a la semana para Europa, permiso de por medio de trabajo y toda la complicación de lo que era poder salir del país y entrar viniendo de Sudamérica a Europa y nosotros todavía sin vacunas y todo lo que lo que había pasado en septiembre del 2020 era esto. Y llegar a una Roma a aislarme nuevamente (pues estuve ocho días encerrado en un departamento) y después de esa cuarentena mínima que te pedían ahí entraba pude trabajar.

Una experiencia increíble, una experiencia distinta a todo, todo el mundo hablando en italiano pero la película la hacíamos en español. Cuando estuve ahí también se estaban haciendo seis producciones más, había unos que estaban laburando en inglés, en alemán, en francés, para poder ampliar la producción local en otras lenguas, digamos que el público italiano es muy reducido. Como era una coproducción, primero se iba a hacer en italiano, y ellos optaron por el español. El director y Blu estudiaron español para la película y así fue que él empezó dándome coordenadas en español que pudo aprender en un par de años. Después terminó hablándome en italiano y todos me hablaron en italiano y por suerte comprendía.

Volviendo a ir al desafío también, volviéndome, fueron como dos años, casi tres de experimentar mucho el género, fue como una casualidad de meterme en muchas películas que tienen que ver con el terror, más psicológico en algunos casos.

Yo busco un desafío distinto en cada una de las películas, porque el género lleva como a un lugar más similar, entonces pretendo apostar algo distinto en cada una de las composiciones, y bueno, ahí fui.

—¿Cómo fueron los ensayos?

—Una locura, pensá que es una peli que ensayamos toda por Zoom, escena por escena hasta que llegamos ahí, fue una experiencia distinta a todas.

—¿Cómo llegó a convocarte el director?

—Fue una cantidad de casualidades infinitas. Primero él presentó en Ventana Sur el proyecto y conoció a uno de los productores locales, la consigna era que él ponía la actriz italiana y acá se ponía al actor argentino, obviamente lo elegía el director. Se puso a ver actores argentinos, hizo una lista de tres y me puso a mí como prioridad, increíble. Yo no lo conocía ni nada, había visto mis películas y luego, como es ópera prima, en vez de ponerle un asistente de dirección, le pusieron un director tutor en Italia para que hiciera el seguimiento del proyecto, para tener buen trato con los técnicos, para traducir un poco la idea artística a la bajada técnica de lo que se necesita. Ese director me había dirigido diez años antes en una serie que yo hice para Italia que se filmó en la Argentina, entonces cuando él dijo: “A mí me gustaría Luciano Cáceres”, accedió.

Cómo es el nuevo proyecto teatral de Luciano Cáceres

Elsa Tiro, de Gonzalo Demaría, es la nueva obra que Luciano Cáceres dirige y protagoniza junto a Alejandra Radamo y Josefina Scaglione. En esta nota revela detalles de la propuesta.

—Bueno, ¿estás ensayando obra para el teatro Regio?

—Sí, Elsa Tiro, esta nueva obra de Gonzalo Demaría que básicamente el leimotiv es una porno con O’Neill. Habla de Eugene O’ Neill, este gran autor, para mí es el mejor autor norteamericano, soy fanático de sus obras, en especial para la obra a mí de teatro que más me gusta de la historia del teatro, El largo viaje de un día hacia la noche. Este autor a los 38 años recibió el Nobel internado en una clínica en Oakland por apendicitis y de alguna manera se plantea Gonzalo de María hacer un paralelo y la búsqueda de su primera obra, su primera obra él hace una asociación muy libre de su imaginario y la ubica en Buenos Aires, donde O'Neill cumplía su mayoría de edad y esto es real en 1910.

Entonces, la obra transcurre en una clínica donde se aprovecha este estado narcótico que tiene por la anestesia de la operación para ver si su esposa Carlota, que también es real, puede sacarle información sobre esa primera obra que se tiene desconocida. Lo que hace nuestro autor no solo habla de esa primera posible obra sino que la une con la porno más antigua de la historia (que se conoce que fue filmada en la Argentina), que se llama El sátiro. Por eso se da ese juego de Elsa Tiro como Anna Christie, la obra emblemática que hizo O'Neill, que protagonizó la Garbo en el cine.

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