Luis Brandoni y Majo Cabrera hablan de Nada, su nueva serie
Tras estrenarse en el Festival de Cine de San Sebastián, donde logró grandes críticas, llega finalmente al streaming.
Hoy llega a Star+ Nada, la nueva serie de Mariano Cohn y Gastón Duprat. Es protagonizada por Luis Brandoni y Majo Cabrera, con participación de Robert De Niro, que indaga en el hermoso vínculo entre un crítico culinario y su empleada. Para conocer más de la propuesta dialogamos con Brandoni y Cabrera sobre los detalles de una de las mejores producciones online.
—¿Cómo fue el trabajo que hicieron entre ustedes para lograr esa dupla hermosa en la serie?
—Luis Brandoni: Muy bien, para mí fue una situación curiosa, primero porque no la conocía, segundo porque ella tampoco me conocía a mí. Venía de otro país a una producción importante y había que ver cómo nos entendíamos, porque teníamos muchas situaciones pendientes, hijas del guion. Y fuimos con cuidado, con tacto, y yo pienso que a ella le pasó algo parecido, con la diferencia de que ella realmente era visitante. Pero la cosa se resolvió muy bien porque había un buen clima de trabajo, de respeto, de entender quién era quién y qué hacía ahí y cómo lo podía hacer, cómo lo podía resolver los problemas que se le iban a presentar entonces, en esta situación de inseguridad, de incertidumbre, en un momento se fue transformando en una relación afectuosa, respetuosa, de ambas partes, por supuesto Y terminamos, o sea, es bastante probable que no dentro de mucho tiempo podamos decir que somos amigos.
—Majo Cabrera: Para mí es muy genuina la relación que surgió entre nosotros, al nivel de que se ve reflejado hoy en la serie. Para mí, Beto es mi ídolo, uno de los mejores actores en la historia argentina. Y yo tenía muchos, muchos deseos de actuar con él, de verdad. Justo una semana antes de que me confirmaran para la serie, me habían preguntado con qué actor el argentino me gustaría trabajar, y sin dudar dije Luis Brandoni. A la semana me avisan que el casting que estaba haciendo era para trabajar con él y la verdad que para mí fue hacer el visto bueno a uno de mis sueños. Ya estando en el set, ya conociéndole a Beto, fue mucho más de lo que esperaba porque él hizo de mi maestro. Así, tanto en la serie como en la vida real, no se privó de darme sus conocimientos y me ayudó a sostener todas las escenas. Porque él tenía doble, los dos teníamos doble, que en realidad eran standings para que pudieran hacerse la acomodación de cámaras y todo, porque eran muchas horas de rodaje. Él tenía la posibilidad de decir, termino mi parte, mi toma y me voy a descansar. Y, sin embargo, Beto no aceptó en ningún momento que entrara el doble. Él se quedó conmigo en cada escena, en cada toma. Y es un recuerdo que tengo muy atesorado ya, porque decir si Beto Brandoni quiso bancarme en cada escena significa que estoy haciendo un buen trabajo.
—Brandoni, De Niro, primera serie, ¿cómo fue también afrontar eso?
—MC: Y yo creo que hasta ahora estoy en ese proceso de afrontar.
—No terminó todavía.
—MC: No terminó. Y estoy en un proceso, dentro de unos meses te contesto. Justamente ahora veamos, es como empezar con el pie derecho desde luego, o sea, nadie te dice que se puede empezar así y me pasó a mí. Entonces ahora vemos que es lo que eso va a traer, espero que traiga muchas cosas buenas.
—Va a traer muchas cosas buenas porque la serie es una serie que uno la ve y sale transformado para bien. Estamos como muy acostumbrados a ver cosas que en realidad nos terminan transformando, pero para mal, en el sentido de que salís transformado en una experiencia llena de tiros, pero esta es una serie que da gusto verla ¿eso también a vos te interesó cuando te llegó la propuesta de los directores y decir esta historia es linda?
—LB: Sí y me alegra que creas eso, por eso yo insistí. Que sin ser un experto, ni mucho menos en serio tengo la sensación de que el género no es de todo fácil. Porque la comedia es un género difícil de realizar, de sostener, y el esfuerzo, además, que también es bueno porque no esclaviza a la gente. Que le haga bien a la gente es muy importante.
—¿Te inspiraste en algún crítico culinario para el personaje?
—LB: No, yo he tenido, bueno, algunos muy conocidos, que he admirado porque me causaba curiosidad. El oficio ese me causaba curiosidad. Uno de ellos en el proceso.
—¿El Gato Dumas?
—LB: El Gato era un profesional de primera categoría.
—¿Hablamos de chefs?
—LB: No, hablamos del personaje crítico. Me parecía raro que uno pueda vivir de eso. Era un dibujante que sabía de cocina, pero sabía muchas otras cosas. Sabía cómo vivir de eso, me parece. Tenía formación, y además este personaje tiene matices respetables o recomendables, como el mal humor que tiene muy cerca. Hay escenas que a mí me resultan adorables hacer, como la escena del supermercado, y en eso me siento bastante identificado con el personaje en el mundo del supermercado.
—Nos gustaría hacer lo que hace Manuel en el supermercado a veces.
—LB: Claro que sí, claro que sí.
—Y hay algo también del respeto a la gente grande, que no existe en ningún lado y ahí en esa escena se lo pinta bien.
–LB: Sí, se lo pinta bien.
La dupla revela sus preferencias gastronómicas
—La serie transcurre en el universo de la comida, por eso queremos saber ¿cuál es su comida preferida?
—Luis Brandoni: ¿Mi comida preferida?
—Sí.
—LB: Yo creo que por familia venía a decir que era la comida italiana, que era la comida de chico, pero no era la única. Es la comida rica, paladeada, pero también a mí me gusta la mesa. Es un lugar muy serio e importante en mi vida. Para mí, la mesa es un lugar ceremonial, casi, y para los actores. Yo he dicho más de una vez que me dediqué al teatro para comer después de la función.
—Majo Cabrera: Uy, qué difícil.
—Ya nos hablaste del sándwich de empanada.
–MC: Bueno, me pasa eso con la comida, que busco mucho también entrar a los lugares populares para descubrir qué sabores tiene y lo que hay detrás. Porque así como te contaba, la empanada no es un sandwichito de empanada y ya, sino que ahí hay algo detrás. Hay una cultura, el tereré, hay un clima, todo, es como un todo, la comida nunca está hecha sola porque siempre hay algo cultural detrás y eso es lo exquisito de la comida como decía Beto. Hoy me preguntás eso y no te puedo responder porque estoy muy apasionada por muchos platos. Por los paraguayos, por supuesto, consumí todo lo que tenga que ver con comida tradicional paraguaya y hoy estoy probando todo lo que tiene que ver con cocina porteña, y así. Para mí, es ir un poco probando bocados de cultura también en cada parte en donde pueda, pero la comida en general me gusta y me gusta el ritual de la preparación, la cocina. Todo lo que tenga que ver con lo gastronómico va conmigo.
—Vienen de mostrar la serie en San Sebastián ¿Cómo fue un poco eso?
—LB: Todo ocurrió en un teatro hermoso y tuve la posibilidad de decirlo.
—¿Hace mucho que no ibas a San Sebastián con alguna película o proyecto? ¿Hace mucho que no ibas?
—LB: Yo fui solo en mi vida a tres festivales. Como hacía teatro no se me permitía y teníamos la curiosidad, como en general me ocurre. Hacemos teatro y sabemos qué pasa, que es lo que le pasa al público. El recibimiento fue sorprendente en algunos casos de que se rían de algo muy nuestro y cuando terminó la proyección fue una gran ovación muy emocionante para todos nosotros, ese público se puso de pie, totalmente sorprendente para nosotros, muy halagador.
—MC: Tenía mucha ansiedad. Era mi primera aparición, así que tuve todo un proceso antes de llegar. Para nosotros, el viaje fue hermoso, pero como dice Beto, era la única oportunidad que teníamos de ver qué le pasaba al público que no es el público argentino, es el público español y es el público que se va de muchas partes. El público de San Sebastián es cinéfilo, y había mucha expectativa de qué iba a pasar y cómo iban a reaccionar los otros. Y resultó que fue una carcajada interminable, una carcajada de dos horas y media. Y para nosotros eso era emotivo. O sea, nosotros estábamos arriba en el palco, escuchando todo, escuchando comentarios, todo. Fue muy emotivo.