entrevista

Valeria Ambrosio: “Mina es la mejor cantante del mundo y no es subjetivo, es dato”

Una de las creadoras del espectáculo que llega a la ciudad habla sobre la influencia de la cantante en la música mundial.

Hoy y mañana en el Coliseo Podestá se presenta Mina... Che cosa sei?!?, protagonizada por Elena Roger con la participación especial de Diego Reinhold, la dirección musical de Gaby Goldman y la dirección general de Valeria Ambrosio. El espectáculo rinde tributo a la cantante italiana Mina Mazzini recorriendo su amplio repertorio desde los años ‘60 hasta la actualidad. Para saber más detalles de la propuesta hablamos con Ambrosio en exclusiva.

—Lo primero que te quería preguntar, que se lo pregunté también a Elena en su momento, ¿imaginaban este fenómeno que estaban creando en el momento que se les ocurrió armar la propuesta y que permanezca tanto en el tiempo?

—No, obviamente en el momento en el que lo estábamos creando, éramos como chicos que estábamos jugando, que estábamos con esa energía de meternos en un mundo que aparte tampoco nos preocupaba mucho si iba o no iba a venir gente. Nosotros teníamos la necesidad de hacer eso. Nos pusimos con mucho compromiso, con mucha responsabilidad a que estuviera todo lo que estábamos imaginando y soñando, pero no teníamos eso en mente. La primera vez que lo hicimos, lo hicimos en un bar, que nos dieron una fecha, jugando, y ahí se llenó y la gente vino muy entusiasmada, pero imagínate que ese show era como la cuarta parte de lo que después terminó siendo. Entonces después de ese evento, yo trabajando con Romay, le mostré el video que había armado de eso y me dijo Pero mira esto que estás haciendo, tenés que hacerlo en un lugar más grande y nos invitó a estar en su teatro, que primero fue el Broadway, y después fue el Nacional. Entonces ese salto, ahí sí un poquito nos empezó a dar miedo, pero un miedo que sí imaginábamos que iba a venir un amigo, que iba a venir gente. Porque algo tan chiquitito, transformado en un escenario de cinco metros, llevábamos el escenario de algo gigante, había que construirlo. Y ahí sí nos pusimos como a trabajar. Entonces empezó en público y ese día, que fue un 8 de diciembre, se llenó la sala. Porque es un mágico, viste las cosas que pasan y que si las pensabas, no sé, están ahí. Ya ahí te dabas cuenta que era un fenómeno, había algo que funcionaba.

—¿Qué significaba para vos Mina?

—Para mí significaba mi vida. Mi vieja cantaba esas canciones, mi padre y mi madre, italianos, educados en una cultura italiana y yo escuchaba esa música, mi mamá la cantaba. Entonces, cuando Elena tuvo la oportunidad de reconocer estas canciones a través de mi mamá, que cantaba en un verano que ellos fueron a hacer una temporada de otra cosa, estaba mi vieja, cantaba las canciones, ella se fue enamorando y después sí se acercó como artista a la artista y la fue conociendo. Y a parte con mi mamá, porque Mina es creo que la mejor cantante del mundo, una de las mejores cantantes del mundo. No es subjetivo, es dato, es posta. Y más de la música italiana, más que representa también mucho de nuestro país, a ella también, por la cultura italiana, tiene una cultura cerca. Entonces, indagar en todo ese universo, en todas esas imágenes, en todos esos recuerdos, nos significaba a todos en ese sentido. Está en la sangre nuestra y en toda la gente que por más que era toda la obra en italiano, porque la jugada era esa, y me decían la gente no va a entender. Hay que conectar y sentir. Y seguramente te vas a abrir una experiencia. Si estás abierto a entrar en ese juego, que la magia es que todo se centra en ese juego, la pasamos bomba. Te transportamos a un mundo así como de juego mágico, idílico, bucólico, por momentos un juego de niños, por momentos súper intenso, pasas por un montón de estados que te pertenecen en algún lugar.

—Y cuando surgió la posibilidad de esta vuelta, fue un sí...

—Nosotros durante todos estos 20 años nunca dejamos de fantasear con la vuelta. Yo particularmente tenía miedo porque algo que lo hicimos hace 20 años creció tanto en la gente. Viste cuando se vuelve algo medio mítico, como ahí, se queda en el aire, la gente lo construye. Y yo digo Mirá si la gente viene y dice, esta porquería era. Me daba ese miedo, ¿viste? Y después fue una serie de coyunturas que hicieron que justo Gabriel Goldman, el director musical, estaba en Argentina. Porque él vivía en todos estos años, los últimos 7, en Madrid. Los músicos en sus cosas, Elena y Diego con sus carreras, yo con la mía. No daba la coyuntura, pero finalmente ocurrió y se alinearon los planetas y fue el momento.

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