entrevista
María Fernanda Callejón: “Hay que escuchar el corazón y la intuición de uno”
La popular actriz tiene un gran año gracias a su participación en la comedia creada por Malena Pichot y ahora en el teatro.
Nada hacía suponer a María Fernanda Callejón que el 2025 sería un gran año, a su participación clave en Viudas negras, serie de Flow y TNT, suma Viuda e hijas, obra con la que vuelve a la calle Corrientes junto a un gran elenco. Con ella hablamos sobre sus papeles y su regreso al Multitabarís (CABA) donde se sube al escenario todos los días.
—Qué año estas teniendo…
—Increíble ¡Qué año de viuda! Pero increíble.
—Y seguís con viuda… te vas a tener que hacer un tatuaje o algo.
—Me lo voy a hacer. Pero ¿sabés a quién le voy a preguntar? Porque es una genia. Male Pichot me llamó y me dijo, nena, poné la quiniela. Decí que no tengo marido porque si no sería una señal de que enviudo. Y fíjate que en las dos viudas no soy viuda. En la otra soy la jefa de las viudas, la que arma la banda, y acá soy hija. Pero si bien el teatro y la plataforma no tienen nada que ver, son espacios absolutamente distintos y súper disfrutables…
—Porque uno es en tu casa y el otro, qué mejor ritual que salir, venir a verla…
—Sí, que ir al teatro, salir, salir a comer después, comentar la obra, la calle Corrientes que es tan hermosa y que está resurgiendo, gracias a Dios, después de tanta cosa, hemos pasado pandemia, hemos pasado, como dice Pinti, pasan gobiernos, quedan los artistas. Y quedan los artistas. Y cómo estamos resistiendo. El país en general está resistiendo. Muchos rubros, pero la cultura está resistiendo. Y tan valioso es volver a los escenarios y ver que los productores apuestan, que siguen apostando, que siguen cuidando su lugar. Yo empecé con Rottemberg, con Moria Casan, con Mario Castiglione dirigiendo y con Guillermo Bredeston y Rottemberg fueron mis primeros productores en el Teatro Tabarís. Yo creo que esto cierra un ciclo, hablando de esto de viuda, casualidad, que le tenés que jugar, ¿Qué me está queriendo decir el universo, el mundo, Dios? Claramente soy otra mujer y no es casual que yo esté hoy convocada por Tomás Rottemberg y Nachi Bredeston en el Teatro Tabarís.
—Y Sofía Gala.
—Sofía, que recién había nacido,
hoy la tengo de hermana. Y la viuda de Bredeston es mi mamá, Nora Cárpena. Es una locura. Y con María Del Carmen Valenzuela trabajé en Costumbres Argentinas. Producción de Sebastián Ortega y Marcelo Tinelli. Donde también ese año fue cuando ocurrió lo de Male. O sea que yo a María no solo la conocí en un plano laboral, sino que todos la sostuvimos en ese momento, cada uno como pudo en lo humano, y conocimos a María desde ese lugar.
—La intuición te dijo, es acá…
—Dijiste una palabra muy importante, que la voy a subrayar. Todo en la vida, si utilizás tu intuición, es muy probable que no vaya bien. Hay que escuchar el corazón y la intuición de uno. Yo básicamente hice mi carrera en base a la intuición. Que no tiene que ver con la percepción, ni lo que vos, ni los sueños. Sino cómo llegar a esas metas. Tanto en lo profesional como en lo personal. Y que hay veces que por ahí parecen lejanas, ¿no? Porque uno está en otra cosa, y la familia. Estás en un momento de tu vida que si tenés tres obras de teatro, la erraste, la erraste. Te están presentando tres, cuatro propuestas, o una, o nada. ¿Y qué hago? Y sí creo, y en esto me emociona mucho, ya me emocioné mucho hoy. Me emociona que esa intuición es la que hace volver a mi esencia. Haya pasado lo que haya pasado. Es de público conocimiento que estuve pasando por situaciones, inclusive hasta el día de hoy. Tanto en lo mediático, o en lo público, como en lo personal. Yo lo defino un tsunami. Que me ha arrasado. Entonces, que la intuición vuelva a reencontrarme con esa familia que una vez tuve. Que es mi pasión, mi profesión. Validada por mi hija, que hoy tiene 10 años. Que me dio el ok de hacer esta obra. Porque el teatro quita mucha vida familiar. Tiempo vital. Yo siempre digo que trabajamos donde los demás se divierten. Feriados, fines de semana, comidas familiares, bajarle al sol. Horas de descanso. Comidas a cualquier hora. Creo que una vez más el amor de mi hija y la intuición me hizo volver a mi esencia. Y eso es lo que hace que a los productores no les importe todo ese tsunami externo. Y me sigan convocando. Para mí eso no solo me da gratitud. Si no me da una profunda emoción y una profunda validación. No solo como profesional. Sino como persona.
