entrevista

María Marull: “Relatos salvajes está en el aire”

La actriz y dramaturga recuerda el éxito de la película más vista del cine argentino que volvió a los cines a 10 años de su estreno.

María Marull vive un gran momento, al éxito de Lo que el río hace, junto a su hermana Paula, en el Teatro Astros, se suman las reposiciones de La Pilarcita y Yo no duermo la siesta, en el mismo teatro. A su vez, recientemente fue nominada al Martín Fierro por la adaptación de La Pilarcita a la TV. Pero en diálogo con diario Hoy hablamos sobre el reestreno de Relatos salvajes, de Damián Szifron, una de las más recordadas historias del cine argentino.

―¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza de Relatos salvajes?

―Fue algo que siento que duró mucho, la previa, el rodaje, después los viajes. Siento que fue una etapa de muchos años, el nacimiento de mi segunda hija, una etapa de mi vida, más allá de mi participación como actriz. Fue un proceso muy importante para Damián, para la familia, y lo recuerdo con alegría en cada etapa, como algo lúdico también, por ahí por la estructura de la película, cambiar de locación, de actores. Siento que es algo que nació desde el placer de hacerlo, porque Damián lo comenzó escribiendo mientras estaba con otro proyecto, sin el peso de que tenía que salir bien, y salió bárbaro. Lo recuerdo con alegría, respeto, con la gente que disfrutó mucho de la película.

―¿La volviste a ver?

―Es que está presente, cada seis meses aparece un meme o una noticia que usan el título de la película. Hay mucha referencia a la película, a algunos episodios, en del avión hace poco lo usaron doblándolo con Javier Milei, entonces siento que nunca dejé de verla, siento que está en el aire. Y además las historias tienen algo, no todas en la misma medida, pero creo que tienen algo que empiezan historias muy verosímiles, con conflictos muy reconocibles, cotidianos, que a todos nos pasan. Entonces, después, bueno, eso se va magnificando y recrudeciendo y se conecta con la parte que no controla, que no controlamos y esto también es, digamos, la gracia de la película. Si se lleva el auto a la grúa es inevitable pensar en Bombita, el personaje de Ricardo Darín, como que estas batallas cotidianas, estas injusticias cotidianas, estas decisiones o esta corrupción están presentes, cada capítulo tiene lo suyo, pero es muy cercano y está muy a mano de la gente. Por lo que siento que hay algo que quedó ahí medio grabado a fuego, como si fuese una parte de uno, si se pudiera desdoblar y tomar ese camino que es apenas dar un pasito más para un lado.

―¿Te pasa que subís a un avión y te miran?

―Sí, siempre, el año pasado que viajé al sur para filmar una película de Sebastián Schindel, una señora me miraba y lo que siento de la película, es que toca temas oscuros, pero con mucho humor. Que tiene que ver con el cine, digamos, y que también el humor permite vehiculizar el dolor, la injusticia porque, si uno analiza en capas los episodios, son terribles.

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