Martín Riwnyj: “Tengo lapsos en los cuales entro en la historia de lleno”

El director de Vladimir dio detalles de la propuesta.

El realizador Martín Riwnyj estrena Vladimir, una película que bucea en el mundo del arte y desan­da los pasos de un pintor que tras la muerte de su mejor amigo comenzará a descubrir oscuros secretos a su alrededor. Hablamos con Riwnyj para saber detalles del filme.

—¿Por qué decidiste narrar la historia en el mundo del arte? ¿Cuál es tu vínculo?

—Es que yo soy artista plástico, sigo siéndolo. Lo del cine apareció un poco más tardíamente, de algunos personajes, algunos pintores y otros circunstanciales que se acercaban en las exposiciones o visitaban el taller y me decía que por ahí podíamos contar cosas, experiencias personales, que las podíamos volcar, pero que no nos alcanzaba. Porque después vas a encontrar que en la película hay géneros. Y he tenido guiones más difíciles que para resolver que este, yo creo que por esto de escribir sobre un universo muy conocido, que es el mundo de la pintura plástica.

Tal vez fue más complicado el ro­daje, hay un par de planos secuencias que fueron muy complicados, hay un plano secuencia que es una fiesta. Bueno, después no es que queda todo el plano secuencia de una, sino que está, pero era muy difícil, fue una sola jornada para grabar eso y hubo doce tomas hasta que quedó perfecta. El plan de rodaje de la película más o menos fue un ré­cord de tres semanas y una de las semanas era feriado, pero programamos una jornada exclusivamente a este plano, porque esa además era la jornada de inicio, la escena de inicio.

—¿Qué te pasa cuando ves la película?

—Recién me pasaba algo que creo que no me pasó en otras oportunidades. Ya la vi, no sé cuántas veces, y como que le encuentro cosas diferentes, gratas algunas, no gratas otras, porque pienso: “Esto lo hubiera hecho de otra manera”; pero es inevitable, siempre querés llegar al diez y estás en ocho, está bastante bien, pero uno quiere el diez. Entonces algunas cosas no son errores, pero lo hubiera hecho de otra manera ahora, pero en la mayoría de los casos me sorprendo a mí mismo de los hallazgos. Hay momentos que entro a la historia y me olvido de que soy el director y el guionista y no me pongo a ver si el corte está bien o si el actor hizo algo o no, y eso es bueno también, porque me pasa a pesar de haberla visto muchas veces. Tengo lapsos en los cuales entro en la historia de lleno y es la intención de que eso suceda con el público.

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