Entrevista exclusiva

Osmar Nuñez: “Mi casa es el teatro y el cine es mi casa de fin de semana”

Actor de pura cepa, el intérprete es uno de los grandes referentes de la profesión, y tiene la particularidad de que ya encarnó a Juan Domingo Perón tres veces en cine y televisión.

El talentoso Osmar Nuñez es parte de Al tercer día, nueva película de Daniel de la Vega que puede verse en CINE AR PLAY. Para conocer más detalles de su participación, de la vuelta al teatro y de su vida en pandemia, Diario Hoy dialogó con el artista.

—¿Cómo vivís el estreno de Al tercer día?
—Con alegría, pero una alegría rara, porque no tenemos premiére, directamente va a la tele; y no me quiero acostumbrar a esto, porque el encuentro con el equipo, los actores, que sea de esta manera es extraño y difícil. Me alegro de que la gente la pueda ver, por televisión y en la plataforma. Es una alegría rara. Pero por otro lado estoy contento, porque vi la película y me gustó mucho. Daniel hizo un gran trabajo, es un maestro del género, es un auténtico creador. Estoy muy orgulloso de la película.

—Volvés a trabajar con de la Vega después de la película Punto Muerto…
—Daniel es un apasionado muy singular, en el set es actor y director. Al principio te resulta extraño, cuando hice Punto Muerto, a los cuatro o cinco días ya entendí todo, porque es muy preciso sobre lo que quiere y pide. Fue una fiesta hacer esa película. Y acá fue una participación, y me divertí mucho haciéndola. Fue un hermoso reencuentro haciendo un personaje muy particular que no había hecho, un Vincent Price a la argentina (risas).

—Refiere a Price, pero tiene múltiples referencias al Giallo, al género…
—Claro, es con lo que él se ha construido como director. Si bien el libro y el guion no son de él, la transformación que hizo a la película es sorprendente: transforma, lo eleva; podría ser lo contrario, pero no. Y acá hay algo de esa madre y ese hijo, la búsqueda, la soledad frente a la tragedia. Ella se va descubriendo en el devenir de la película que me sorprendió mucho, todo lo que sucede con el personaje de Moro Anghileri. Y es impresionante lo que ella hace, se pone la película al hombro.

—Con Moro ya habías trabajado en La corporación…
—Sí, de Fabián Forte, ahí hacíamos de una pareja bastante particular. Ella, además de ser una mujer bella, es una increíble actriz; y acá lo que hace es un trabajo que de verdad es muy difícil. Me gustó todo de la película, ese tercer acto que tiene, tan singular e inesperado. Es algo muy bien hecho, además del género, introduce la historia de la madre, de cómo se desespera por su hijo. El libro de Gonzalo Ventura es muy bueno.

—Sos un actor de teatro, pero popularmente se han visto otros trabajos en cine y televisión recientemente…
—Desde hace casi 20 años vengo trabajando. Mi casa es el teatro y el cine es mi casa de fin de semana, no me convocan tanto, pero tengo muchas obras muy queridas en él. El cine me ha dado un lugar que soñé de chico, pero que me vino de grande, después de los 40. Hay algo que tiene que me atrapa mucho, sé que el cine es del director, pero me encanta. Estoy ensayando con Ingrid Pellicori, bajo dirección de Leonor Manso, una obra sobre cartas de Ingrid Bergman y Liv Ullman; y leí el otro día una en la que Anita Ekberg en la última escena que hizo para La Dolce Vita, tuvieron que ejercer una violencia tranquila porque ella no se quería ir.

En teatro eso no sucede, pero sí en el cine; te terminas enamorando y no llegas a mucho más que eso, porque la película después hace su recorrido y ya no estás. En el teatro estás con el bolsito encima, tal vez en el cine se da cuando acompañas la película por festivales. El cine es una cosa, el teatro y la televisión otra. El teatro tiene en la despedida un sabor amargo, pero ya sabés el camino que hiciste. En cine es otra cosa, y el trabajo ya no te pertenece. Las cartas son apócrifas, es algo muy amoroso lo que se cuentan, se dicen, lo que se reclaman. No es un espectáculo doloroso, creo que será ameno. Son cartas de amor, y llegará el espectáculo a mediados de marzo.

—¿Extrañaste el teatro en medio de la pandemia?
—Mucho, porque si bien hice algunas cosas para, por ejemplo, el Teatro Cervantes, Puzzle, con Jorge Suárez, dirigidos por Santiago Doria; pero la grabamos, la ensayamos via Zoom y la grabamos con protocolos. Hice algo para el San Martín y Teatrix, pero hasta septiembre nada. Al principio fueron 15 días que desaparecí, pero luego pasé por varios estados.

Extraño las noches de estreno de cine y teatro, porque esto es todo virtual. Hablás con los compañeros, pero es muy difícil no tener la noche de estreno. Habrá que adaptarse a una nueva vida; siento que nada va a ser igual a lo que era, aun cuando esté todo más tranquilo, y habrá que ir adaptándose. Ahora ensayo en verano, en una terraza; pero después veremos. La obra estará en el Teatro 25 de Mayo, que es grande. Estaba antes con una obra más chica, pero decidí no continuar, porque era muy pequeña.

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