ENTREVISTA

Pablo Fendrik: “Suelo dedicarle mucho tiempo a la dirección de actores”

Con vasta trayectoria en cine y televisión, las plataformas se disputan su talento para crear nuevas propuestas y guiar a los equipos a buen puerto.

Pablo Fendrik es uno de los más talentosos directores de nuestro país. Con un puñado de películas emblemáticas, entre las que se destacan El ardor y Brota la sangre, en el último tiempo las plataformas y sistemas de TV por cable lo han llamado para impulsar sus proyectos. Ahora, con El refugio, de Starzplay, vuelve a brillar tras las cámaras, para un relato premonitorio sobre la pandemia y en donde la verdad se pone en el banquillo.

En esta historia, una familia vive las horas más extrañas de su vida cuando comienzan a producirse fenómenos inusuales, causados por una fuerza de la naturaleza completamente desconocida. Pero todo sucede a través de sus pantallas. Cuando salen al exterior, no parece ocurrir nada, aparte de lo que la primavera en el campo mexicano depara a un grupo de humanos. Los padres deben proteger a sus hijos de un enemigo invisible que ni siquiera ellos saben que existe de verdad.

El reparto de El refugio incluye a Alberto Guerra (La jauría), Ana Claudia Talancón (Como caído del cielo), Zuria Vega (En las buenas y en las malas), Alfredo Castro (El club), Diego Escalona (La suerte de Loli), Camila Valero (Herederos por accidente), Isabella Arroyo (A love letter), Jorge Guerrero (Roma), Gabriela Cartol (La camarista), Fernanda Urrejola (Narcos), Paloma Woolrich (La muchacha que limpia), Consuelo Carreño (Algunas bestias), Cayetano Arámburo (Quién mató a Sara) y la aparición especial de Gustavo Sánchez Parra (La muchacha que limpia). 

—¿Cómo estás viviendo esta continuidad que estás teniendo con respecto a las series y con proyectos tan diferentes entre sí?

—En principio es una situación muy afortunada y entretenida, hay tanta demanda de trabajo que nos da la posibilidad de elegir (que hace cinco años era algo medio inaudito). Ahora no te queda otra más que seleccionar, porque los proyectos, cuando me involucro, llevan un año, y tengo que elegir porque es un año de tu vida que estás en él. Esta continuidad es muy beneficiosa pero a mí lo que me permite es probarme en diferentes arenas, probando diferentes músculos narrativos y hacer esto que siempre me gustó de probarme en diferentes géneros e ir recorriéndolos.

—Hasta hace muy poco las plataformas copiaban la manera de hacer televisión, pero ahora se vive una revolución. ¿Esto es lo que te atrae?

—Totalmente. Siempre fui amante de los géneros, una persona curiosa. Al estar en este paradigma del “multinicho”, me divierte, me atrae explorar. Este nuevo escenario me da la chance y me mantiene entretenido.

—Muchos actores y actrices que trabajaron con vos dicen que se entregan porque, aun sin saber del todo el relato, confían en que vos lo tenés en la cabeza. ¿De qué hablan al mencionar esto?

—No sé en qué proporción tiene que ver mi ADN narrativo del cine, pero la realidad es que necesito tener todo en la cabeza, y tal vez eso les transmite una confianza. También es cierto que, salvo excepciones en las que me sentí abrumado por algún elenco en particular, suelo dedicarle mucho tiempo a la dirección de actores y me gusta, es una cosa que me atrae, encuentro una suerte de inspiración y asumo que eso a los actores y actrices les cae muy bien, que un director los mire a los ojos y esté apasionado con lo que uno quiere contar, y tal vez los relaja.

—¿Cómo es trabajar con guiones de otro, siendo que casi siempre el material es propio para tus proyectos?

—Tiendo a aceptar proyectos en los que intuyo o vea que pueda apropiarme del relato, que puedo dejar mi impronta ahí, y el caso de El refugio no fue la excepción, un relato de ciencia ficción cruzado con la cultura latinoamericana, y pude expresar mi visión y mi opinión para entender, desde el criterio mío, qué cosas les faltaban y que cosas estaban bien.

En este caso hubo que limpiar algunas referencias, y en el caso del proyecto para con los creadores fue aportar una perspectiva renovadora.

—¿Fue complicado entrar a la ciencia ficción?

—La idea era encontrar cómo darle un estilo propio a la serie entendiendo que en algún sentido es un relato que es consciente de la propia ciencia ficción en la que está metida, no es un relato que pueda evitar referenciarse, no habría El refugio si no hubiese existido Steven Spielberg en los ochenta, y al mismo tiempo hubo que darle un estilo propio, coqueteando con otros géneros como el horror, que es donde El refugio encontró su identidad.

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