entrevista

Rita Cortese y Carla Peterson cuentan detalles de Blondi

La dupla encarna a la madre y hermana de la protagonista del relato que dirige Dolores Fonzi en su ópera prima, una historia entrañable sobre vínculos y amor.

Rita Cortese (Pepa) y Carla Peterson (Tina) son las coprotagonistas de Blondi, que marca el debut en la realización cinematográfica de Dolores Fonzi. Blondi (Fonzi) es una mujer libre que ha sido madre muy joven y que transita su vida sin ningún prejuicio. Para saber más detalles de su participación en el relato, hablamos en exclusiva con Cortese y Peterson.

—Cuando vino Dolores con esta idea, con esta Pepa, Tina, ¿qué fue lo primero que pensaron?

—Rita Cortese: Qué gran película había escrito, ¿no? Y qué osada tirarse a dirigir su primera película. Y ahí ya surrender absoluto.

—Carla Peterson: Primero, que me llamara a mí para trabajar en su idea, en su guion, en algo que uno sabe lo que lleva, el tiempo que lleva y lo que significa, porque todas queremos a Dolores. Yo siento que adentro mío y esto que dice estamos todas las actrices de su generación y más chicas, no sé, tal vez más grandes porque es realmente alguien con una capacidad enorme, con una creatividad increíble, con una sabiduría y por eso puedo lograr esta película que es tan particular, tan original, tan profunda y tan divertida también. Así que siento que tuve una gran posibilidad siendo parte de este elenco y trabajaba con ella.

—Ahí en la canción de la película está esta frase que dice: “Hice todo mal pero estamos bien”, que a mí me sigue resonando porque viven diciéndonos cómo hay que hacer las cosas, y por ahí después termina todo mal. Y en Blondi hay algo de eso, de permitirse jugar con un personaje que hace todo mal, pero después está todo bien, y es lo más importante, el amor, los vínculos, la familia. ¿Qué sienten al escuchar también un poco esa frase?

—RC: Que este mandato de lo que está bien y de lo que está mal creo que justamente es lo que nos lleva a la perdición, porque lo que está bien y lo que está mal está en el corazón de cada uno de nosotros. Y eso es un poco lo que le pasa a Blondi, ¿no? Entonces rompe reglas, porque los mandatos son tan fuertes de cómo debe ser una familia de cómo debe ser una madre y cuáles son los vínculos deben ser así, deben ser asá, tenés que tocar el timbre de tal manera y resulta que después no es así el de la vida te va mandando no la vida y la muerte entonces qué bueno acceder al deseo.

—CP: Me gusta Blondi como ejemplo de vida. Para mí, la vida es más así que de la otra forma. Y es lo que yo fui descubriendo creciendo, porque la otra es lo que te dicen cómo tiene que ser. Y nunca me fue muy bien de la otra forma. Pero cada decisión o cada cosa que yo tomé con profundidad, segura de que era lo que yo quería hacer, más allá de que me haya ido bien o me haya ido mal, fui más feliz. No tuve contradicción, más allá del resultado. Siento eso.

—Cuéntenme un poco de la construcción de Pepa y Tina… un poco cómo trabajaron, si la hubo, o si fue el guion y ya automáticamente...

—RC: El guion y la historia de vida que tenemos conjuntamente nosotros, nuestra vida personal que nos conocemos desde hace tantos años, fue mandando. El guion es muy claro. Y, bueno, y después conociendo también a Dolores, conociéndonos tanto es como que uno iba construyendo y podíamos comprender qué es lo que se estaba buscando, yo no recuerdo mucho haberme devanado los sesos de cómo hacerla. Recuerdo alguna charla que tuvimos.

—CP: Dolores te pedía cosas muy concretas, te mostraba cosas como le gustaría que se viera, no sé cómo se visten, pero eso fue ya casi al final, mientras era ensayar las escenas y saber por qué se decían cada cosa y de ahí fueron saliendo estos personajes. Hay algo que yo no sé y además yo a veces le preguntaba porque era su mundo, sus colores, su música, hablando de Dolores. Hay algo que es muy gracioso porque Blondi es Blondie, que sabemos que es una cantante, y Tina es Tina Turner, entonces decimos: “Claro, esta madre le puso a una Blondi y a otra Tina, que son los nombres de sus hijas, es espectacular, ya las puso allá arriba las dos”. Y eso se le ocurrió a Dolores, obviamente. Entonces, a partir de ahí tenías que pensar y yo podía decirle algo que se me ocurría, Pero, en realidad, hice todo lo que ella me dijo.

—Cuéntenme un poco del detrás de escena del rodaje en particular. Porque el guion estaba buenísimo, los personajes maravillosos, pero por ahí los rodajes son, a veces, complicados. ¿Cómo fue este rodaje?

—RC: No fue así, no fue complicado, fue fácil, fue lindo. Nos encontrábamos en momentos libres en el motorhome y charlábamos con Carla.

—CP: Trabajamos mucho, mucho. Filmamos en San Luis también. O sea que hubo que viajar, trasladarnos de un lugar a otro en el medio de la ruta. Era un road movie y de golpe llegó la Covid-19. Llegábamos a un lugar el día que, por ejemplo, la escena esta vez que estamos en San Luis, en la ecoaldea, llegamos y había una neblina que no se veía más allá, la lluvia, y dijimos: “No, hace frío y no van a querer, tenemos que estar todo el tiempo afuera”, y la gente que vivía ahí no iba a aguantar, nos iban a echar, nos iban a echar de acá, éramos un montón que invadíamos para filmar. Es una gran producción, pero todos fuimos felices y no nos importaba que si era frío nos empapábamos y había que volver a hacer la escena, y la volvíamos a hacer y se filmó igual, y la escena quedó espectacular. Y no es lo que uno se piensa que porque llega a un lugar y tener la montaña y ver sol todo es alegre.

—RC: Sí, yo creo que a veces la gente, el público en general, no tiene noción de lo que significa el trabajo del actor. Sobre todo el cine es sumamente exigido y nosotros, los actores, las actrices, tenemos mucha ­responsabilidad, viste, de no enfermarte y no resfriarte. O de trabajar a pesar de. O sea que son jornadas realmente intensas, pero cuando lográs en esa intensidad ser feliz como con esta película, es maravilloso, además de una película que te deja esa resaca de pensar en la noche, en la película, en la noche o en la tarde a lo mejor, te deja pensando a lo que uno no se animó.

—CP: Y yo siento que a veces, si te ponés a pensar, te emociona un montón porque y bueno, no quiero decir, hay cosas que en la película son ­fundamentales, pero ver a un hijo, o uno también fue ese hijo, esa hija que abrió sus alas y que aprendió como pudo o que vive como miras y todos estamos en la película en un momento y creo que eso es lo que te emociona y lo que te hace reír ­también.

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