Robert Redford, un ícono de Hollywood en la búsqueda eterna del amor

Un recorrido por los romances y relaciones tormentosas que protagonizó uno de los actores estadounidenses más reconocidos.

Considerado uno de los hombres más codiciados de Hollywood, Robert Redford incursionó en varios affaires con compañeras de elenco. De esta manera, fue vinculado con Debra Winger mientras compartían el rodaje de la comedia Peligrosamente juntos. Allí la pasión fue innegable y ambos se entregaron a vivir el momento. Tiempo después, la inestabilidad hizo mella y este amorío quedó en el olvido.

Posteriormente se relacionó con la diseñadora Kathy O’Rear y con la modelo francesa Nathalie Naud, teniendo noviazgos breves pero legitimados ante la sociedad.

A finales de los años 80, el rubio fue contratado para protagonizar una película mientras se rodaba El beso de la mujer araña, la obra literaria del argentino Manuel Puig. Esta fue llevada a la pantalla grande por Héctor Babenco junto a un elenco de primera línea completado con Raúl Juliá (intérprete de Los locos Adams), William Hurt y la brasileña Sonia Braga, que fue la musa de Tigresa, canción del intérprete y compositor Caetano Veloso.
Asimismo entre escenas y coincidencias, el amor nació entre la mujer y Redford, lo que se convirtió en una noticia bomba. Este noviazgo duraría siete años, ambos trabajarían en otros filmes y terminarían el vínculo en malos términos. Además, ella se encargaría de criticar a su expareja por cualquier medio, dando a entender que en la intimidad no era de lo mejor. Años más tarde, Braga pondría un cierre al escándalo del pasado para enunciar palabras de respeto mientras era entrevistada nuevamente por una visita que realizó a nuestro país. “Me pareció un hombre muy interesante y seductor. Fue muy lindo porque me enseñó muchas cosas. Por ejemplo, yo no sabía cómo caminar por la montaña. A él le gusta mucho la naturaleza”, dijo la brasileña, que se terminaría radicando en Estados Unidos.

Por su parte, Redford continuó su camino y allí conoció a una mujer europea llamada Sibylle Szaggars. En pleno idilio, decidieron convivir, pasaron por el altar a mediados de 1996 y comenzaron a militar en cuestiones ligadas a la protección del ambiente, la naturaleza y la vida animal. También llevan adelante una productora que realiza documentales sobre estas temáticas. Los hijos del hombre participan activamente en la empresa, pero también han abierto una fundación de perfiles filantrópicos.

Los comienzos y la familia

Bajo una profesión exigente y un elogiado atractivo físico, el actor estadounidense Robert Redford construyó una carrera en el séptimo arte, donde fue convocado para encabezar los elencos de grandes producciones. Una vez que cosechó su siembra, pudo darse el lujo de incursionar en el detrás de escena como inversor en producción, cineasta y director. Criado en una relación distante con sus papás, el entonces niño se apoyó en su tío para poder crecer y también transitó una dura etapa al contraer polio. Una vez recuperado, enfrentó la muerte temprana de su mamá y sus hermanos gemelos no natos.

Así sucumbió a una temprana adicción al alcohol que le valió la expulsión de la universidad: su refugio estuvo en la formación actoral. En este contexto, el galán conoció a Lola Van Wanegen, fundaron una familia con tres hijos pero nada sería fácil, ya que el mayor falleció de una muerte súbita y el tercero atravesó una malformación que lo dejaría sin vida antes de los 50 años.

Tras casi tres décadas de amor eterno, la pareja decidió ponerle fin al matrimonio de común acuerdo y en excelentes términos. Así pudieron dividir sus bienes, establecer la tenencia compartida de sus hijos y continuar con la empresa inmobiliaria que habían fundado.

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