Sebastián Schindel, director todo terreno
Schindel es uno de los primeros realizadores que abrazó a las plataformas para sus proyectos
Si bien Crímenes de Familia, con Cecilia Roth, su anterior propuesta, se estrenó en Netflix, La ira de Dios es el primer proyecto directamente pensado para plataforma por Sebastián Schindel, quien dirige a Juan Minujín, Diego Peretti y Macarena Achaga en la propuesta.
“Para mí está buenísimo estrenar con Netflix, estoy super contento, extraño las salas, pero lo cierto es que no puedo ser un romántico e ignorar la situación que está atravesando el mercado del cine. Desde que se volvió a las salas la asistencia del público bajó muchísimo, y la asistencia a películas argentinas muchísimo más. Es una tristeza ver películas muy buenas de colegas con un nivel de actores increíble y gran producción y con números ridículos, que en prepandemia seguramente hubieran tenido mínimo un cero más en la cantidad de espectadores, entonces tener la posibilidad de estrenar en la plataforma no está nada mal dada la coyuntura del mercado del cine en Argentina y en todo el mundo. Con Crímenes de familia ya lo viví y es impactante, porque sale la película al mismo día en muchos países”, dice Schindel a HOY en exclusiva.
“La literatura de Guillermo Martínez me encanta y la novela era la que más me gustó, y lograr adaptarla y que él esté contento con la adaptación ya es una alegría muy grande. Hubo una adaptación ya española y muchos productores y actores argentinos quisieron adaptarla y tuvieron los derechos. Cuando yo empecé a insistir con los productores los tenía un actor importante de la industria del cine argentino y peleé hasta que lo conseguimos. Estaba fascinado con la novela, pensé que iba a ser muy difícil adaptarla y fui por muchos caminos, unos muy difíciles, muy locos, porque me gusta tomar riesgos, soy un director que arriesga y me la juego con ciertas ideas, aunque elegí acá un camino más tradicional, y de hecho con Juan trabajamos algunos aspectos, a partir que también él me dijo que el personaje de Esteban estaba un poco débil, y era verdad. En esta película no hay buenos, los tres personajes centrales tienen cosas por ocultar”, agrega.
“Todos los personajes a nivel interpretativo son difíciles, incluso los secundarios, pero sin dudas Macarena tiene el trabajo más difícil de todo, su transformación, no tuvo ni una sola escena fácil. Trabajamos muchísimo, para que también los momentos de angustia no sean iguales, y desde el guion trabajamos eso. Respeté la novela, porque cada muerte tiene que ser más impactante y crece en Luciana la oscuridad, así que trabajamos mucho, en la atmósfera, en el maquillaje, con Néstor Burgos, para aparentar en paso del tiempo, porque transcurren 12 años entre los hechos, y además hay algo que me gusta a mí que es poner a los actores en lugares distintos, acá Macarena sale de lo que venía trabajando”, finaliza.