entrevista
Sofi Morandi, Nachito Saralegui y Martin Piroyansky cuentan todo sobre Porno y helado
La nueva temporada de la comedia más divertida de Argentina ya está disponible con aventuras y locuras.
Se hizo esperar, pero Porno y helado estrenó nueva temporada en Prime Video y hablamos en exclusiva con Sofi Morandi, Nachito Saralegui y Martín Piroyansky para conocer detalles de esta nueva entrega.
—¿Cómo fue para ustedes volver al universo de Porno y helado?
—Nachito Saralegui: Al principio se hizo un poco difícil volver.
—¿Por qué?
—NS: Porque era como retomar al personaje, los gestos y a la voz característica de Ramón, que tampoco es un personaje ultra mega complejo, pero tiene sus cositas. Y los primeros días de rodaje de la segunda temporada como que me costó volver a entrar en ritmo, hasta que después ya entré y fue como, ah, bueno, Ramón era esto. Ahí me acordé y me tranquilicé.
—Sofi Morandi: Cuando hay expectativa en algo porque a la primera le había ido bien, uno se pone como presiones. Pero después te das cuenta de que es ir, hacer lo que había funcionado en la primera y después el simple hecho del guion que nos hacía vivir situaciones distintas a cada uno de los personajes. A mí me tocó vivir una historia de amor con Matías Mayer, que fue una incorporación nueva, que era algo que mi personaje no había vivido en la primera temporada. Hay momentos musicales que tuvo que también, al ser la manager, por ahí no había cantado tanto en la primera, y pasé por lugares que estuvieron buenos, entonces fue fluyendo.
—¿Y en tu caso?
—Martín Piroyansky: En mi cabeza todo siguió desde la primera. Apenas terminamos la primera, empecé a escribir la segunda, entonces como que nunca corté y volví a filmar. Era difícil a nivel más cinematográfico, de puesta en escena y demás, pero después en cuanto al personaje lo seguía teniendo en la cabeza desde la primera.
—¿Vos tenías ganas de sumar más momentos musicales?
—MP: Sí, a mí me gustan mucho los musicales, que en general a la gente no le gusta tanto, pero me parece que el mundo de Porno y helado encara los musicales desde otro lugar. Y es tan absurda la serie que creo que uno disfruta de otra manera del musical. Sobre todo tengo a los mejores músicos posibles que hacen unos temas espectaculares, que son superpegadizos y que los escuchás por primera vez y ya te gustan. Entonces le da como otro layer a la serie, más original.
—Decías, Nachito, que por ahí te costó volver a enganchar el mundo, ¿pero qué cosas extrañaban que los personajes?
—SM: Y Los débiles mentales me gustaban. El trío me copa, me copa que se los ve más esta segunda temporada, desde el principio ya se los ve juntos y creo que eso le da un dinamismo copado. En la primera, igual sí, estuvimos mucho tiempo juntos, pero cada uno. Todo el personaje de Nacho con Susana, Pablo peleando con Nacho, yo con los taxistas, estuvimos como más separados y en esta está muy la amistad de base también, eso me gustó. Disfruto mucho también grabar con ellos.
—NS: Yo creo que extrañaba la dinámica de grupo que teníamos en el set, que eso era muy hermoso, muy lindo de vivir. Y la primera temporada fue una gran experiencia, la segunda también. La segunda la disfruté mucho más, porque creo que uno ya está más consciente. En la primera temporada yo estaba inundado de nervios, de inseguridades, de preocupaciones y la segunda temporada la hice como más relajado, más tranquilo y pude disfrutar de ese dinamismo que tenemos los tres en el set, que creo que es lo que hace que la serie guste o que a una parte de la gente le guste.
—Hay una parte que nos hace divertir mucho y hay otras cosas que nos generaste, Martín, no voy a comer nunca más un pancho con papitas, en la vida. Voy a ver un chancho y me va a dar miedo. ¿Cómo fue también ir sumando todas estas historias tan divertidas a la trama?
—MP: Un poco la idea, o sea la propuesta para esta segunda temporada, era tener capítulos autoconclusivos y ahí surge la idea de contar cuentos más cerrados, como minipeliculitas, en vez de contar una temporada con un arco. Que uno pueda ver cualquier capítulo primero y que dé lo mismo, eso me permitió indagar en muchos géneros nuevos. Me pude dar el gusto de hacer un juicio, que es algo que siempre es un género que me encanta y que en Argentina los juicios son de otra forma, y como que acá emulamos un juicio al estilo norteamericano. El capítulo de la secta de los rollingas es reoscuro y pude aprovechar y filmar escenas más de aventura y de miedo. Y así en cada capítulo fuimos encontrando distintos desafíos, el capítulo apocalíptico que estamos encerrados en el bar, cómo poder filmar todo un capítulo en una misma locación y generar miedo al exterior y los vínculos entre todos. Hubo muchos desafíos que nos pusimos con Martina López Robol, que es la otra guionista, y que me parece que ponerme en esos lugares incómodos es un poco lo que más me divierte.