Un amor de película

En un repaso histórico por los ciclos, personajes y figuras que marcaron un momento de la TV argentina, diario Hoy recuerda la pareja conformada por Juan Manuel Bordeu y la diva argentina Graciela Borges.

Forjada como una actriz que hizo historia en la Argentina, Graciela Borges atravesó múltiples circunstancias a lo largo de su vida. Fue criada en un contexto ameno, enfrentó una enfermedad en su infancia y, poco a poco, se adentró en la profesión que la convirtió en una artista internacional.

A lo largo de su carrera participó en producciones televisivas, cinematográficas, y teatrales como primera figura. Con el paso del tiempo Graciela, convertida en una estrella argentina, estaba de trabajo en trabajo, de proyecto en proyecto y así no tenía tiempo para su lado más romántico. Un día, una amiga suya insistió en presentarle a un hombre que tenía interés en la actriz. Así fue como en una primera instancia realizaron una cena para que todos pudieran coincidir y disfrutar de una velada en la que se dieran los juegos de seducción.

El galán era el corredor de carreras Juan Manuel Bordeau, que triunfaba en el mundo entero y ya le había puesto al ojo a la diva. Respecto a este momento de su vida, Borges declaró en un medio de alcance nacional: “Él conocía a una amiga mía y le dijo: Te regalo mi mejor buzo si me presentás a Graciela Borges. En un cumpleaños mío él iba a venir, pero no pudo. Entonces nos conocimos por amigos en común. Armaron una comida y nos presentaron. Desde ahí no nos separamos más los 14 años que estuvimos juntos”.

A partir de ese momento, el flechazo fue inminente y comenzaron a salir. Luego de pasar por el altar recibieron a su hijo, Juan Cruz Bordeu. Así pasaron los años juntos, pero una vez terminada la relación pudieron seguir con una amistad entrañable.

Ella supo destacar: “Me casé con él siendo muy joven; tenía 18 cuando me enamoré de Juan Manuel. Junto a él tuve una vida maravillosa. Fui muy feliz y me dio a mi amado hijo, Juan Cruz. Fue una época de oro, solo tengo recuerdos amorosos de ese tiempo”. Asimismo, en la misma nota destacó: “Juan fue un caballero en las carreras y en la vida. Nunca tuvo problemas con ningún colega. Era muy noble y conmigo fue un gran compañero. Me empujó mucho para que yo actuara. Le gustaba el arte y el movimiento que tenía por los estrenos u otros eventos. Y si nos separamos, jamás fue por algo que nos haya hecho mal. Fue un estado de ánimo. La gente se sigue queriendo de otro modo”.

Estuvieron juntos como familia hasta los últimos días del piloto: “Hasta que falleció, consolidamos una gran familia. Ya sea con su primera mujer y su última mujer, Patricia Langan, que se ocupó mucho de él. Lo acompañamos hasta que su leucemia se lo llevó. En sus últimos días nos dijo: Chicas, no puedo más. Nos unimos y lo cuidamos entre las tres. Todo fue muy natural y hoy tenemos una muy buena relación”.

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