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Un “gigoló” suelto en la pantalla chica

Los “mediáticos”, sector inherente a la farándula vernácula, han ganado mucha fuerza en los últimos tiempos a partir de una vertiginosa exposición. El caso de Javier Bazterrica.

Feroces, salvajes, repletos de innovaciones pero de dudoso talento, los personajes mediáticos acapararon la pantalla chica y los contenidos para volverse estrellas a tiempo completo y siendo el condimento de los programas de la tarde.

Diario Hoy recuerda en esta ocasión a Javier Bazterrica, un hombre de escena porteña que estableció vínculos con mujeres relacionadas con la farándula, entre ellas la hermana de Flavio
Mendoza. Tras vivir juntos por tres meses, el idilio se terminó, puesto que la mujer lo denunció penalmente por estafa, robo, calumnias e injurias. Al respecto, relató: “Vivimos tres meses y medio juntos hasta que descubrí lo que pasaba con él. Me contactó por Facebook. Él la jugaba como que era de una familia importante y me investigaba. A los 15 días, no me preguntes cómo, pero estaba viviendo en mi casa. Al principio, todo bien.
Pero después desaparecía. Él siempre algo tenía que hacer”.

Ante el complejo contexto, el magazine que conducía Mariana Fabbiani le dio la chance al individuo para que defendiera su buen nombre. Sin embargo, nadie imaginó que Flavio Mendoza irrumpiría en el estudio de grabación, lo empujaría y le escupiría al también gritar: “¡Lávate el pelo antes de hablar conmigo, mamarracho! Te chorrea grasa”.

Pese a esto, Bazterrica logró consolidarse como un personaje elegido para ser la imagen de marcas, obteniendo canjes para emprolijar su dentadura, como también contratos para realizar apariciones en eventos, presencias en discotecas, protagonizar campañas de merchandising con su imagen impresa en remeras, cursos de seducción, videojuegos, participaciones en sketches y la imitación de los humoristas de ShowMatch.

Además de tener una fama de dudosa procedencia, logró crear una inesperada fuente laboral que le dio un ingreso fijo por un tiempo considerable. Además fue precursor en los saludos de famosos, puesto que era el más solicitado para los cumpleaños o aniversarios.

El conflicto con Adriana Mendoza terminó resolviéndose en la Justicia y la familia de Flavio decidió no hablar más sobre esta relación que incluyó internas y posteriores escándalos mediáticos. Los magistrados decidieron que el hombre acusado debería cumplir con una sentencia mínima por estafa, como también por haber ejercido violencia de género y amenazas en perjuicio de una de sus exparejas.

Ahora, el hombre que fue bautizado como “El gigolo” conoció a otra mujer y entabló una relación. Mientras tanto, aprovecha las opciones laborales que supo cosechar con tan solo una entrevista en el programa de más rating de la tarde.

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