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Victoria de Masi: “Karina era una mujer que estaba siendo bastante subestimada”

El primero de los libros enfocados en la hermana del Presidente es una crónica certera sobre cómo el ascenso al poder modificó para siempre su persona.

Victoria de Masi acaba de publicar por Sudamericana Karina. La Hermana. El Jefe. La Soberana, un perfil interesante y dinámico sobre Karina Milei, una de las mujeres más importantes de la actualidad. La redactora de DiarioAR y Argentino de bien, de Gelatina, habló en exclusiva con nosotros para contar detalles del detrás de escena del best seller.

—¿Por qué Karina?

—Porque desde la campaña era una figura central, porque el hermano… no hay discurso público, prólogo de libro, dedicatoria o entrevista en televisión en el que no se refiere a ella. Porque en la cobertura que hice el año pasado por el DiarioAR pude advertir que era una mujer que estaba siendo bastante subestimada por ese entorno político que se iba armando alrededor del candidato. Y porque, el día de la asunción, ella fue la que tuvo protagonismo, se ocupó de la transición, del acto de asunción y ocupó rápidamente este rol de secretaria general de la Presidencia, alguien sin biografía política. La primera mujer en ocupar ese cargo y después de una toma de mando en donde el hermano se quiebra cuando la nombra. Eso, entre varias cuestiones.

—Hablabas de la subestimación que sobre la figura de Karina había en el periodismo, en el entorno de su hermano, ¿no? En todo lo que se iba configurando en esta fuerza que hoy en día está gobernando. ¿Qué cosas vos ibas viendo vos en el detrás de escena?

—No es una pavada organizar actos de compañía. No es solamente lo que vos ves, que es el escenario, las luces, el sonido. Es también la habilitación que hay que conseguir para hacer un acto público vivo, como lo llama Karina. Yo lo que percibía era que de parte del entorno era, bueno, la tipa que se encargaba de contratar una tarima, ¿viste? Y si bien Karina Milei manejó desde que su hermano es panelista, manejó su tiempo y su guita, todavía en esa etapa de campaña, diría antes de las PASO, ahí se corta. Bueno, era mirada como una secretaria, como un asistente del hermano, alguien que le llevaba el día a día y no mucho más. Sin embargo, Javier Milei no paraba de referirse a ella casi espiritualmente. Yo creo que fue una sorpresa para muchos referentes, posibles funcionarios, candidatos, haber subestimado la figura de Karina Milei. Ella en silencio fue tomando lista mental de quiénes eran esas personas y cuando pudo se cobró todas las cabezas, ¿viste?

—A lo largo de los capítulos hay una constante que tiene que ver con… si bien vos conseguís gente muy cercana y que te da informaciones, esto de que por ahí ves una foto y cuando la querés ver de nuevo la foto no está, o con miedo, ¿no? De darte información, ¿cómo es para una periodista ir trabajando, encontrando las voces; pero bueno, esas voces a la larga tampoco quieren ser nombradas o que la información que te brindaron repetida o vuelta a ver? Como por ejemplo el caso de la foto.

—Encontrarte con fuentes en off es algo bastante habitual y es parte de mi trabajo. A mí lo que me llamó la atención acá es que incluso para hablar de anécdotas lindas que retrataran a Karina Milei había un impedimento, y ese impedimento tenía que ver con el miedo, el respeto, la lealtad. Eso por un lado. Por otro, a mí me interesó bastante no usar el yo literario, pero es un yo periodístico porque es mi manera de contarle al lector cómo trabajamos también. Así como creo que es bastante habitual encontrarte con fuentes que solo quieran hablar en off, también me parece que es algo que el lector no muchas veces sabe y es una manera de explicarle cómo se construyen los textos, cómo se producen las noticias. Después, bueno, qué sé yo, hay gente que tienen un récord de echar gente o invitar a irse a funcionarios de primera y segunda línea. O sea, en un punto el off es algo entendible porque imagínate que yo no me voy a hacer cargo de que alguien se quede sin trabajo porque me abrazo al manual de la buena práctica periodística donde la fuente tiene que ir con nombre, apellido y cargo. Eso sucede en el mejor de los casos. A mí lo que me pasó con el tema del off que me interesaba contar, que tuve que trabajar con fuentes en off, es que me obligó a trabajar tres veces. Porque también es una trampa, hay personas que a los periodistas, a los trabajadores de prensa, la gente, operan, y yo no quería ser un vehículo para que a alguien fuera despedido. Entonces, de esa manera que encontré un poco de encontrar el trabajo y de contar a Karina Milei. La Libertad Avanza desprecia a los periodismos, con lo cual no es raro que alguien se resista a hablar o solo hable en off. Para mí, en definitiva, no fue un impedimento. Yo logré construir un perfil periodístico de Karina Milei con el relato coral de un montón de personas. Y no solo de sus voces, mirando fotos, mirando videos, posteos en redes sociales. Es increíble las huellas que van dejando y la cantidad de archivo que se produce en tiempo real. Eso también es insumo periodístico.

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