cienica

Agujero negro supermasivo expulsa materia y transforma su galaxia

Este fenómeno sin precedentes fue detectado por el telescopio espacial XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea.

Un agujero negro supermasivo, ubicado en la galaxia Mrk 817, a una distancia de 430 millones de años luz, ha expulsado toda la materia de la que se alimentaba, transformando la estructura misma de su galaxia anfitriona en un espectáculo cósmico sin igual.

En el corazón de cada galaxia reside un enigma insondable: un agujero negro, un coloso cósmico cuya gravedad insondable atrae implacablemente toda la materia y gas circundante. Este material, al caer hacia el agujero negro, forma un disco plano a su alrededor, donde se calienta y brilla intensamente antes de ser consumido por la oscuridad sin fondo. Sin embargo, en un giro inesperado, el agujero negro en cuestión ha desafiado esta narrativa cósmica al generar un viento super rápido que expulsa violentamente la materia de la que se alimentaba en todas direcciones, alterando la propia esencia de la galaxia que lo alberga, conocida como Markarian 817.

Este fenómeno sin precedentes fue detectado por el telescopio espacial XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea, y los datos resultantes fueron analizados en un estudio publicado en The Astrophysical Journal, liderado por la Universidad Americana de Michigan, con contribuciones de la Universidad de Roma Tre.

Los astrónomos italianos que llevaron a cabo este descubrimiento han identificado que este agujero negro no solo se alimenta a sí mismo, sino que también impide la formación de estrellas en su galaxia anfitriona. Este fenómeno, conocido como retroalimentación AGN, se produce cuando un agujero negro supermasivo libera material energético a través de chorros o vientos, interfiriendo con los procesos de formación estelar en la galaxia circundante.

El becario postdoctoral Iván Almeida, actualmente investigador en Inglaterra, ha desempeñado un papel fundamental en la explicación de los vientos AGN y su impacto en la evolución galáctica. Sus trabajos, publicados en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, arrojaron luz sobre la formación de estos vientos mediante modelos computacionales avanzados, proporcionando una comprensión más profunda de estos fenómenos celestiales extremos.

Cabe mencionar que, los agujeros negros continúan siendo uno de los enigmas más intrigantes del cosmos. Son los restos colapsados de estrellas masivas, tan densos que ni siquiera la luz puede escapar de su abrazo gravitatorio.

Noticias Relacionadas