Alertan por el estado de peligro de especies de tiburones en el país
De todas las especies que habitan el mar Argentino, el tiburón escalandrún es el más comprometido, con un descenso del 90% de su población en los últimos 40 años.
Diversas organizaciones ambientales alertaron en las últimas horas por el preocupante presente de algunas especies de tiburones que habitan en el territorio nacional. Dentro del mar Argentino existen a la fecha 55 especies de tiburones, de las cuales la mayoría ha visto modificaciones negativas en su población durante los últimos años. Al igual que hacen otras especies como el yaguareté en la tierra, el tiburón cumple la función de ser el depredador tope, por lo que es vital su rol en los hábitats que transita, ya que regula las poblaciones de los animales y mantiene estables los ecosistemas.
A diferencia de lo que puede suceder con otros animales, en este caso a los tiburones lo que más les afecta hoy en día no es el cambio climático o la pérdida de hábitats, sino la pesca comercial y deportiva. “De todos los tiburones que habitan en nuestras aguas, y siendo uno de los representantes por excelencia de las costas argentinas, es el escalandrún quien se encuentra más comprometido. La población se redujo un 90% en las últimas cuatro décadas, como consecuencia principalmente de la pesca deportiva sin devolución en nuestro país, por la pesca artesanal que ocurre en aguas uruguayas, y debido también a la excesiva presión pesquera comercial en aguas de Brasil, actualmente prohibida, pero que ocurrió durante décadas”, destacó a través de un comunicado la Fundación Vida Silvestre. Los expertos mencionan que esta especie es muy vulnerable a la explotación porque tiene pocas crías, algo así como dos cada dos años, reproduciéndose además a edades tardías.
Sumado a lo de la especie recién mencionada, otras muy afectadas son el cazón, el gatopardo, y el bacota. Los investigadores estiman que para estos animales, su tasa de población disminuye alrededor del 27% de forma anual. Según los autores, en los últimos 30 años disminuyó la población un 80% para el cazón, un 70% para el bacota y un 60% para el gatopardo. También confirmaron que estos tiburones se pescan principalmente durante la primera y el verano a lo largo de las provincias de Buenos Aires, Río Negro, Chubut y Santa Cruz. “A pesar de existir regulaciones, en muchas ocasiones no son suficientes. Es necesario armonizar las legislaciones provinciales sobre la pesca deportiva para conseguir una mayor protección de nuestros grandes tiburones costeros”, remarcó Daniela Gomel, especialista en Políticas Públicas y Gobernanza de Fundación Vida Silvestre.