Científicos intentarán revivir al extinto mamut siberiano

El gobierno de Rusia creará en la ciudad de Yakutsk un centro internacional para el estudio del mítico animal y financiará un polémico proyecto que, a través del uso de células madre, intentará traerlo nuevamente a la vida 

El mamut de Siberia es un fantástico animal extinto hace más de 3.000 años, que habitó la zona polar del hemisferio norte durante el último período glacial. Los machos alcanzaban cuatro metros de alto y seis toneladas de peso, y además tenían colmillos de hasta cuatro metros de longitud. 

El sueño de volver a la vida a esta y otras especies extintas ha sido un tema recurrente en la ficción científica, con la película Jurassic Park como emblema. El genetista surcoreano Hwang Woo-Suk está decidido a hacer realidad este anhelo. Woo-Suk es considerado el líder mundial en la investigación sobre células madre, aunque su carrera no está exenta de polémicas: tras anunciar que había logrado clonar células humanas, se comprobó que su investigación contenía datos falsos y debió renunciar a su cargo en la Universidad de Seúl. 

Esto no impidió que el Centro Internacional de Yakutsk, institución gubernamental rusa que se dedicará al estudio del mamut, haya contratado al científico con el objetivo de trabajar sobre los miles de restos ubicados en la región, conservados perfectamente por acción del hielo, y regresar a la vida al mítico animal. 

“Como resultado de incansables esfuerzos conjuntos, hemos logrado lo que llamamos la fase inicial de nuestro camino para la recuperación del mamut”, dijo Woo-Suk. Tras agradecer al presidente de Rusia, Vladimir Putin, por su apoyo financiero a la investigación, agregó: “Estamos trabajando sobre los restos y, una vez que hayamos completado nuestros primeros estudios, vamos a publicar los resultados en revistas científicas”.

Tal como aclararon desde el Centro de Yakutsk, hay dos opciones para la clonación del mamut. La primera, a través de la búsqueda de células activas y la segunda, a través de la síntesis de ADN artificial.

Ante la pregunta de los periodistas, Woo-Suk no quiso establecer un plazo de tiempo para convertir el sueño en realidad. “Continuamos con la búsqueda de nuevos materiales y muestras. Necesitamos células que puedan compartir información. Si pudiéramos encontrar una muestra que no solo esté bien conservada sino que en ella pudieran producirse procesos bioquímicos, seríamos capaces de impregnarlas con la ayuda de los materiales de elefantes asiáticos”.

El trabajo sobre células madre ha sido desde sus comienzos un asunto controversial, ya que implica intervenir en el orden de la naturaleza. 

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