CIENCIA

Científicos “reviven” un organismo extinto hace 450 millones de años

Con la ayuda de la paleobiónica y Sotfbotics, investigadores lograron desarrollar un robot flexible y de materiales blandos que emula a los pleurocistidios.

La robótica sigue avanzando y desarrollándose a pasos agigantados, tanto que recientemente, gracias a esa disciplina, se pudo “revivir” un animal extinto hace casi 450 millones de años, miembro de la clase de los equinodermos.

En este sentido, investigadores del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad Carnegie Mellon, utilizaron pruebas fósiles para diseñar una réplica robótica blanda de pleurocistidios, un organismo marino que se cree que fue uno de los primeros equinodermos capaces de moverse utilizando un tallo muscular.

En colaboración con paleontólogos de España y Polonia, los científicos de CMU están introduciendo la paleobiónica, un campo destinado a utilizar Softbotics, robótica con electrónica flexible y materiales blandos, para comprender los factores biomecánicos que impulsaron la evolución, mediante trabajo con organismos extintos.

“Nuestro objetivo es utilizar Softbotics para devolver la vida a los sistemas biológicos, en el sentido de que podemos imitarlos para entender cómo funcionaban”, explicó el universitario Phil LeDuc, catedrático de Ingeniería Mecánica de CMU.

Mediante simulaciones computacionales y robots blandos dieron nueva vida al pleurocystitid, una especie de papel fundamental en la evolución de los equinodermos, que incluyen a las estrellas de mar y los erizos de mar actuales.

El equipo utilizó pruebas fósiles para orientar su diseño y una combinación de elementos impresos en 3D y polímeros para imitar la estructura columnar flexible del apéndice móvil y construir el robot. Con este diseño demostraron que los pleurocistidios podían desplazarse por el fondo marino con la ayuda de un tallo que los empujaba.

Una vez que los investigadores demostraron que pueden utilizar Softbotics para diseñar organismos extintos, esperan explorar otros animales, como el primer organismo capaz de desplazarse del mar a la tierra, algo que no puede estudiarse de la misma manera con el hardware robótico convencional.

“Dar una nueva vida a algo que existió hace casi 500 millones de años es emocionante en sí mismo, pero lo que realmente nos entusiasma de este avance es lo mucho que podremos aprender de él”, afirma LeDuc.

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