Claves para defenderse de los ciberdelitos

La pandemia generó que cada vez más personas utilicen desde casa herramientas y aplicaciones de Internet para comprar, situación que propicia este tipo de estafas.

La pandemia ha promovido un escenario de mayor uso de dispositivos con acceso a Internet y de tecnología en general, y con esto también fue notorio el incremento del ciberdelito.
En los primeros tres meses del año, la Argentina sufrió más de 186 millones de intentos de ciberataques. Así lo relevó un estudio para América Latina realizado por la empresa estadounidense Fortinet, que desarrolla software, dispositivos y servicios de ciberseguridad.

En diálogo con diario Hoy, el especialista en ciberseguridad Emiliano Piscitelli habló acerca de este fenómeno que no es nuevo pero que sí pasó a ser masivo en este contexto de aislamiento. Además, expuso las claves para evitar los posibles ataques digitales.

—¿Qué son los ciberataques?
—Ciberataques o ciberdelitos son delitos que se cometen utilizando algún medio electrónico como Internet. Dentro de Internet, a través de correo electrónico, redes sociales, Whatsapp, incluso llamadas telefónicas. Hoy lo que más se está viendo es el phishing, que también es la estafa que más funciona.

—¿En qué consiste el phishing?
—Phishing, o suplantación de identidad, es una expresión inglesa que significa pescar, es una modalidad que “pesca” a las víctimas. Está el phishing tradicional y el spear phishing, una estafa dirigida, más peligrosa: es un engaño mucho más personalizado donde el delincuente previamente estudia a la víctima. El phishing tradicional es el que generalmente llega por correo electrónico, donde alguien te dice que ganaste plata o cosas por el estilo. Está evolucionando tanto que ahora también se ve mucho por Whatsapp.

—Concretamente, ¿cómo se presentan hoy?
—Actualmente se están viendo muchas estafas bancarias a través de redes sociales. Los delincuentes captan a las víctimas en los comentarios que éstas hacen en las redes sociales de los bancos, donde muchos usuarios suelen realizar quejas abiertamente. Entonces, a través del phishing levantan una red social con el logo del banco o empresa y contactan a las víctimas por privado. Saben el problema que tenés porque lo pusiste en la red social y prometen solucionártelo. De esta manera sacan información a las personas, roban dinero de sus cuentas bancarias o sacan préstamos a su nombre.

—¿Qué medidas podemos tomar para evitar estos ataques?
—La principal recomendación es partir de la base que nadie regala nada. Sobre todo, es difícil si nunca participamos de nada. Y en todo caso, si ganamos algo lo tienen que haber anunciado por los canales oficiales. Esto nos lleva a hacer un doble chequeo: entramos a la página o llamamos a la empresa y lo comprobamos. Por otra parte, no debemos hacer clic nunca en el mensaje que llega; al no hacer clic ya elevamos mucho la seguridad. En todo caso, abrimos una pestaña nueva y ponemos a mano la dirección del sitio que quiero ver. Porque los delincuentes buscan que hagamos clic para redirigirnos al sitio falso creado por ellos. Y como tercera recomendación, sobre todo en redes sociales, tenemos que saber que tenemos que modificar seguridad y privacidad, que son dos cosas distintas. En cuanto a privacidad, siempre está la opción de usar un doble factor de autenticación. Es decir, siempre usar usuario, contraseña y algo más. Ese “algo más” se puede activar en cuentas de mail y redes sociales: se llama doble factor de autenticación, sólo hay que buscarlo.

—¿Existe algún lugar específico para reclamar o asentar este tipo de denuncias?
—No se trata de un lugar específico ya que puede ser en cualquier comisaría. En La Plata también pueden dirigirse al Área de Cibercrimen o en Dirección Investigaciones Cibercrimen en calle 52 y 117, frente al bosque.

—¿Se llega alguna vez al rastrear a estos delincuentes?
—Es relativo, porque depende de cuán organizados estén y de cuánto se cuiden. Y depende de la especificidad del caso. Hay muchos casos que se descubren, incluso casos que no sólo involucran estafas sino explotación sexual infantil. Lamentablemente, esto es algo que está creciendo bastante. Hay entidades internacionales, nacionales, provinciales y municipales que combaten los ciberdelitos. Por suerte hay cada vez más fiscalías especializadas en diferentes provincias.

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