¿De qué se tratan las tormentas solares?

Durante la jornada de hoy una tormenta solar podría im­pactar con la Tierra, según advirtió la experta en ­meteorología espacial Tamitha Skov, quien se basó en predicciones de la NASA.

Por medio de las redes sociales, la experta compartió la previsión de este “golpe directo” y advirtió que este “filamento con forma de serpiente” que proviene del Sol podría generar interferencias en las señales de radio y GPS.

“Es posible que con esta (tormenta) se produzcan fuertes auroras boreales en las latitudes medias. Se esperan interrupciones en las señales de los servicios de radiodifusión y GPS en el lado nocturno de la Tierra”, adelantó la científica.

¿Qué son las tormentas solares o geomagnéticas?

Se trata de fenómenos posteriores a la aparición de manchas solares. Las tormentas se originan a causa de una mayor emisión de viento solar o debido a las eyecciones de “masa coronal”, nubes de plasma solar generadas por las llamaradas más grandes que despide el astro.

Cabe destacar que la energía desprendida por el Sol en estos episodios se equipara a la de millones de bombas de hidrógeno explotando al mismo tiempo. No obstante, estos fenómenos no son una amenaza para la vida en la Tierra.

Asimismo, como se señaló previamente, cuando las tormentas solares llegan con la suficiente fuerza, estas son capaces de generar interferencias en las radiocomunicaciones de onda corta y en las señales de GPS.

En tanto, los efectos que generan las tormentas solares son diferentes en el espacio, en donde estos episodios, que son catalogados como los más violentos del Sistema Solar, pueden dañar la salud de los astronautas y averiar la electrónica de satélites y otros aparatos en órbita.

Su clasificación

Skov, por su lado, indicó que la orientación magnética de esta tormenta solar es difícil de pronosticar. En tanto, según precisó, si su campo se orienta hacia el sur, podría ocasionar una tormenta moderada de categoría G2 o “posiblemente G3”.

Estos fenómenos se clasifican con letras y números de acuerdo con el nivel de peligrosidad y el ciclo de intensidad de nuestra estrella. Las de nivel G2 son moderadas, pudiendo provocar interferencias en las señales de radio y alterar las trayectorias de algunos satélites, mientras que las G3 son fuertes, con consecuencias muy similares a las de una tormenta G2, aunque más intensas.