El comienzo de clases, con aumentos en la canasta escolar
Subió un 48% en referencia a 2020. A diferencia de años anteriores, muchos padres, por la incertidumbre sobre el nuevo ciclo educativo, decidieron no adelantarse con las compras.
El tan esperado 2021 por fin llegó, y los padres que comenzaron a realizar las compras de los útiles escolares para el inicio del ciclo lectivo se llevaron una sorpresa a la hora de consultar los precios.
Según la consultora Focus Market, que realizó su propio análisis sobre los materiales educativos, reveló que la selección de productos necesarios para la escolaridad de los niños tuvo un aumento interanual del 48%. En 2020 costaba $2.282, y ahora, $3.399, indicaron.
“Los elementos de librería no aumentan cuando llega enero, están todo el año en la góndola, pero no hay un aumento puntual. Por la inflación que marca el Indec, es entre un 35% o 40% interanual, menos en el producto nacional, más en el importado, pero el número es obsceno, es triste”, le dijo a diario Hoy Daniel Iglesias López, presidente de la Cámara Argentina de Papelerías, Librerías y Afines (Capla).
Cabe remarcar que no todos los padres se volcaron a la compra de nuevos materiales escolares por el momento. Pese a que las autoridades aseguraron que la vuelta a las aulas es un hecho, muchos decidieron esperar un tiempo más.
“Lo más importante para resaltar es que son productos baratos: un lápiz negro cuesta $25; un sacapuntas está a $18; un cuaderno tapa blanda, $75; el papel glasé, $14; un adhesivo cuesta $42. Con $1.000 ponés a un chico en la escuela con sus útiles. Creo que lo que va a haber es un listado de productos con precios de referencia para que la gente sepa cuánto está cada producto”, sostuvo el dirigente.
Asimismo, hizo hincapié en las diferentes ofertas: “No es necesario poner los productos en Precios Cuidados porque hay mucha variedad de precios, marcas y productos. Si hay que comprar un cuaderno o una cartuchera, hay muchas ofertas, podés gastar 200 pesos como podés gastar 2.000”.
“Para las librerías podemos ver la copa medio llena, porque nos incluyeron en el segundo DNU como actividad esencial, y pudimos empezar a trabajar cuando otros nunca pudieron abrir. La parte medio vacía es que no hubo clases en ninguno de los niveles en todo el año, entonces pasó que muchas librerías facturaban el 40% de lo que hacían en 2019, y también pasó que no pudieron reponer. No hubo un cierre masivo de librerías, pero sí un empobrecimiento, muchos comercios perdieron su stock. Hay una situación de fragilidad dentro de los negocios, la variedad está deteriorada”, concluyó Iglesias López.