El consumo de juguetes volvió a caer en 2024
Pese a la reactivación de las ventas por la navidad, el consumo clave de esta fecha no logró superar el desempeño del año pasado y registró una caída de 0,9%.
Las ventas de juguetes durante la última temporada navideña registraron una leve caída del 0,9% en términos de unidades, según informó la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ).
A pesar de las promociones impulsadas desde el 12 de diciembre, como la "Noche de las Jugueterías", y un crecimiento en las ventas online del 15%, el consumo no logró revertir la tendencia negativa del año.
La entidad señaló que "en los últimos días mejoró notoriamente el desempeño de las ventas navideñas, con una fuerte reactivación a partir de las promociones, aunque no lograron superar las del año pasado, registrando una leve caída del 0,9% en unidades".
"Si bien resultó un número que no se esperaba, la cifra fue menor a la caída del 6% registrada en el 2023", señalaron desde CAIJ.
Los tickets promedio también reflejaron diferencias significativas: en jugueterías de barrio, el gasto medio fue de $17.000 por juguete, mientras que en cadenas especializadas este valor se elevó a $38.000. Además, los consumidores priorizaron los productos más económicos, siendo las pelotas, lanza aguas y juegos para la arena los artículos más vendidos.
Entre las principales preocupaciones del sector se destaca la gran cantidad de productos falsificados y juguetes no certificados que ingresan al país por contrabando sin ofrecer ningún tipo de seguridad para los niños. "La entidad estima que el 30% del mercado argentino de juguetes está explicado por este tipo de productos no seguros", remarcaron.
Para atender esta problemática, la CAIJ lanzó el sello de "Juguete Seguro", que le permite que los consumidores identificar fácilmente en el empaque o producto que el juguete que fue aprobado y se encuentra en línea con las normativas de seguridad vigentes.
El mismo facilita la toma de decisiones de compra ya que brinda confianza y tranquilidad, al saber que un juguete ha pasado por pruebas y ensayos, otorgando a los consumidores la tranquilidad que el producto es seguro y apto para el rango de edad recomendado.