El fuego arrasó 600.000 hectáreas en el centro del país

Los múltiples focos de incendio que se reavivaron el fin de semana último en La Pampa, Río Negro y el sur de Buenos Aires a causa de los fuertes vientos arrasaron alrededor de 600.000 hectáreas y generaron una situación que los productores de la región calificaron como “desesperante”. Ahora, se duplicó el envío de asistencia a la zona para combatir el fuego.

El Gobierno nacional envió ayer a La Pampa un equipo de brigadistas del Servicio de Manejo del Fuego para reforzar el combate contra el incendio forestal que ya afectó miles de hectáreas en esa provincia y que en las últimas horas se había intensificado, especialmente en la localidad de La Adela.

Los incendios rurales, que en algunas zonas de La Pampa se registran desde mediados de diciembre, continuaban ayer siendo combatidos intensamente por personal de Bomberos y Defensa Civil, pero los intensos vientos y las altas temperaturas que se registran en la región dificultaron las tareas.

Colonia La Pastoril y La Adela son las localidades más afectadas, donde entre el sábado y domingo se iniciaron “más de 30 incendios”, infirmó Damián Bollak, subdirector de Defensa Civil.

En el informe oficial se diagnosticó que “las tormentas eléctricas (puntualmente la acción de los rayos sobre pajonales), el gran calor, la falta de lluvias y la abundancia de pastos sumada a las pocas medidas de prevención utilizadas hacen que sea muy difícil establecer mecanismos de control preventivo, por lo que se augura un enero complicado”. 

Las lluvias de las últimas horas dieron respiro a los bomberos que trabajaban en el control de los focos.

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