El gran desafío de aprender a la distancia

Desde España, una joven cuenta la experiencia de estudiar de manera virtual en las universidades públicas argentinas. La pandemia de coronavirus lo hizo posible.

Carola Viliani, estudiante del último año de la carrera de Letras en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ), decidió partir a España en 2020 y dejar los estudios en stand by, motivada por la crisis económica. La pandemia se cruzó en sus planes y su viaje se pospuso hasta este año, pero llegó con el bonus de poder seguir cursando a distancia.

Desde el pueblo de Vilanova, en Barcelona, la joven afirma que lo que más le cuesta de la cursada son las cinco horas de diferencia que hay entre Argentina y España.

“Hace aproximadamente dos años que planeábamos con mi novio venirnos para acá. Se nos estaba haciendo muy difícil lograr independencia económica, en todo sentido. Las cosas estaban muy cuesta arriba. Mis abuelos me dieron la oportunidad de venir para acá y mi novio consiguió trabajo en España; entonces decidimos viajar en 2020”, relata Carola, de 22 años.

Hasta ahora, a pesar de la diferencia horaria, no sintió la necesidad de comentar su situación a las cátedras. Algunos de sus compañeros se fueron enterando en la medida en que intentaba coordinar las jornadas grupales bien temprano; de otro modo allá terminaría a la madrugada. “Estoy muy entusiasmada con avanzar lo que más pueda con la virtualidad”, afirma.

Comenzó a estudiar en 2017, y actualmente cursa simultáneamente tanto la licenciatura como el profesorado en Letras. Además, está realizando un intercambio en una escuela española que dicta cursos terciarios: trabaja como secretaria académica del instituto y a cambio obtiene una beca completa para cursos de planificación estratégica, marketing y creatividad integral.

Carola prefiere la educación virtual no solo por la posibilidad de estudiar a distancia, sino por los “recursos” que brinda para “incorporar los conocimientos con otra mirada”. “La mayoría de las materias que cursé en Letras estaban muy reducidas a únicamente cuatro horas de contenido teórico, y eso le saca un poco la chispa al estudiante. Lo virtual permite aprovechar la clase de otra manera”, pondera.

Sin embargo, la estudiante de la UNLZ detalla que la calidad de las clases y el aprovechamiento de recursos dependen mucho de los profesores. “Hubo materias que aprovecharon las herramientas: blogs, Classrooms, canales de YouTube, que me resultaron mucho más interesantes que estar cuatro horas sentada escuchando a la profesora hablar sobre algo, en la misma forma que lo hiciera de forma presencial”, evalúa.

En España, para estudiar en la universidad de forma gratuita es necesario ganarse una beca. En contraste, destaca la “prestigiosa” educación pública argentina y la considera “de las mejores que hay”.

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