El momento de comer sano: frutas y verduras orgánicas y agroecológicas
Sólo un tercio de la población consume al menos una vez por día frutas y verduras, según la última Encuesta de Nutrición y Salud.
Orgánico, agroecológico, libre de agrotóxicos. Desde hace unos años, estos términos resuenan en boca de muchos productores y consumidores. Mientras, los bolsones de vegetales y frutas de este tipo proliferan por dietéticas de muchas ciudades del país. Sin embargo, en muchos casos se requiere una logística propia, que implica ir hasta un punto de retiro para llevarse entre 7 y 9 kilos juntos.
En Argentina, sólo un tercio de la población consume al menos una vez por día frutas y verduras, según la última Encuesta de Nutrición y Salud. Independientemente de cómo hayan sido producidas, la cifra está muy lejos de las cinco porciones diarias recomendadas por las Guías Alimentarias para la Población Argentina.
Antes que nada, es importante establecer una diferenciación en los términos, ya que el hecho de que un producto sea orgánico suele tener un impacto directo en su precio, lo que puede llegar a convertir este consumo -que en realidad busca una mejora en la salud- en un privilegio. No ocurre lo mismo con los agroecológicos.
“Los alimentos orgánicos están regulados por una ley nacional, la 25117, y tienen un sello que es caro porque debe pasar por procesos de auditoría y certificación”, explicó Leonel Mingo, coordinador de Campañas de Greenpeace.
“En cambio, la agroecología es algo que se puede sacar de cualquier huerta e implica un contacto con el productor”, agregó. Los consumidores de este tipo de productos suelen encontrar por redes sociales alguno de estos emprendimientos, se basan más en la confianza que en el producto en sí.