Cultura

El rap: el vértigo de la palabra y la fuerza de la rebeldía

Ayax y Prok son dos gemelos españoles que hacen del hip hop una forma de poesía. Recientemente rechazaron una oferta millonaria porque entienden que su música “viene de lugares marginales, no de mansiones”.

Surgen con ecos fantásticos las casas blancas sobre el monte. Enfrente, las torres doradas de la Alhambra enseñan recortadas sobre el cielo un sueño oriental. Están las casas colocadas, como si un viento huracanado las hubiera arremolinado así”, de esta manera describió Federico García Lorca el barrio de Albaycin, ubicado al este de la ciudad de Granada, en el que el 23 de julio de 1991 nacieron Ayax y Prok, dos gemelos que encuentran en el rap el vértigo de la palabra y la fuerza de la rebeldía.

“Desde los 16 hasta los 23 trabajé en lo que pude: en la obra, de camarero, de relaciones públicas, de reponedor en un supermercado. Mis padres tenían una situación muy complicada, nos iban a desahuciar”, cuenta Ayax. Tenían 12 años cuando empezaron a escribir sus primeras letras, mientras sus padres daban clases de Filosofía en un colegio público.

Desde un comienzo privilegiaron el valor de las palabras, dice Ayax: “Nos gustaba escribir y desahogarnos, como el que va a un psicólogo. Allí volcamos nuestras frustraciones, las rabias que este sistema nos provoca, de manera tal que esa ira no provocase que termináramos en la cárcel”. Golpeados duramente por la crisis del 2008, salieron a buscar su sustento haciendo lo que amaban: el hip hop. Salieron a rapear esa realidad que sentían como un latigazo en el lomo. Sin resignar el apego a la delicadeza y a la elegancia de las formas, definen su estilo como “sucio y bello”: “Siempre hemos sido muy oscuros y poéticos. Siempre mezclamos la crítica social y lo hardcore sin descuidar la riqueza del lenguaje”, afirma Prok.

Sus canciones traslucen un temible mundo oculto debajo de lo evidente. Por ejemplo, la pervivencia del franquismo en la España actual: "El franquismo parece que fue hace doscientos millones de años. La gente lo tiene como la Segunda Guerra Mundial, como si fueran los dinosaurios. Pero naturalizamos a través de Instagram ver a los milicos con un fusil en la mitad de la calle”.

Cuando se cumplió un nuevo aniversario de la Guerra Civil Española, en medio de un concierto, Ayax tomó el micrófono: “Hoy quiero denunciar a la banda terrorista organizada por los poderes fácticos, que dio un golpe de estado fascista contra una república que se había legitimado por el pueblo”. Piedrazos al agua cuyos círculos concéntricos hieren más de una sensibilidad, en una España que no llevó ante la Justicia a los responsables de los crímenes del franquismo.

Las poéticas de ambos son coincidentes, pero con características personales. Los temas de Prok producen el pavor de lo que acecha en la oscuridad; los de Ayax son pequeñas esculturas hechas en hueso.

Con la canción “Polizzía” los procesaron por el delito de injuria: “Nos querían meter dos años en la cárcel a cada uno. Al final el juez lo desestimó porque nosotros nos hicimos muy conocidos.”.
Recientemente rechazaron una oferta millonaria de una grabadora multinacional, para no condicionar la manera de entender una música que, en palabras de ellos, “viene de lugares marginales, no de mansiones”.

Noticias Relacionadas