Ciencia
El telescopio Hubble descubrió un cúmulo de agujeros negros
Estas concentraciones de masa pequeñas fueron detectadas en el corazón de un conjunto de estrellas ubicado a 7.800 años luz de la Tierra.
Las observaciones con el telescopio Hubble permitieron descubrir una concentración de agujeros negros pequeños en el centro del cúmulo globular NGC 6397, ubicado a 7.800 años luz de la Tierra.
Según explicaron desde el Instituto de Astrofísica de París (IAP), los cúmulos globulares son sistemas estelares de gran densidad, que suelen ser muy antiguos. De hecho, NGC 6397 es casi tan antiguo como el universo.
En un principio, los astrónomos creyeron que el cúmulo albergaba un agujero negro de masa intermedia, considerado el “eslabón pérdido” entre los agujeros negros supermasivos (muchos millones de veces la masa de nuestro Sol) que se encuentran en los núcleos de las galaxias y aquellos de masa estelar (unas pocas veces la masa de nuestro Sol), que se forman después del colapso de una estrella gigante.
“Encontramos pruebas muy sólidas de una masa invisible en el núcleo denso del cúmulo globular, pero nos sorprendió descubrir que esta masa extra no es ‘como un punto’ (que se esperaría de un agujero negro masivo solitario), sino extendida a un pequeño porcentaje del tamaño del cúmulo”, dijo en un comunicado Eduardo Vitral, integrante del IAP.
Los investigadores concluyen que el componente invisible solo puede estar formado por los restos de estrellas masivas (enanas blancas, estrellas de neutrones y agujeros negros) dada su masa, extensión y ubicación.
Para alcanzar estos resultados, Vitral y su colega Gary Mamon calcularon las velocidades de las estrellas dentro del cúmulo, lo que les permitió determinar la distribución de su masa total. Estas mediciones fueron posibles tras varios años de observación con el telescopio Hubble.
“Nuestro análisis indicó que las órbitas de las estrellas son casi aleatorias en todo el cúmulo globular, en lugar de sistemáticamente circulares o muy alargadas”, señaló Mamon.
En tanto, los astrónomos también creen que este descubrimiento plantea la posibilidad de que las fusiones de estos agujeros negros apretados en cúmulos globulares puedan ser una fuente importante de ondas gravitacionales.