Inclusión
Eli, el primer muñeco con dispositivo auditivo
La iniciativa tiene el objetivo de fomentar la inclusión. Promueve la visibilización de lo diverso y, a su vez, la concientización sobre los síntomas en la detección temprana de la sordera.
Ya se crearon muñecos de género neutro, otros con labio leporino, con rasgos de síndrome de Down, con sondas nasogástricas y con traqueotomías. Ahora, una iniciativa presenta a ELI, un muñeco con apariencia real con dispositivo auditivo. Todos tienen un mismo fin: fomentar la inclusión.
“La discapacidad auditiva pasa inadvertida ante la mirada de las personas. Quienes la tienen, suelen tener dificultades para comunicarse con otros. La falta de información hace que las personas, en general, no tomen conciencia de la importancia de la prevención, la detección temprana y su tratamiento. Por eso, hacerla visible a través de un muñeco con un dispositivo de ayuda auditiva es parte de un proceso de inclusión”, señala la fonoaudióloga Gina Romano, presidente de FANDA, Fundación de Ayuda al Niño con Discapacidad Auditiva que respalda esta iniciativa junto con la Fundación ARAUZ y también con el auspicio de la Facultad de Medicina de la UBA, Copidis, la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires y la Cámara argentina del Juguete.
La propuesta promueve la visibilización de lo diverso y, a su vez, la concientización sobre los síntomas en la detección temprana de la sordera. Un grupo de médicos especializados en hipoacusia y fonoaudiólogos guió cada detalle del dispositivo coclear y trabajó de manera conjunta con el equipo de diseño que lideró el proyecto.
Los expertos aseguran que durante los cinco primeros años de vida, los educadores y los padres deben observar al niño para buscar signos indirectos de pérdida de audición. La mayor parte de las hipoacusias o sorderas infantiles graves o profundas está presente en el momento de nacer.
La hipoacusia o sordera es un trastorno auditivo que afecta a personas de todas las edades. Según el nivel de pérdida de la audición, puede ser leve, moderada, severa o profunda. La hipoacusia leve, en general, no requiere tratamiento o uso de prótesis. Las moderadas tienen muy buen rendimiento con el uso de audífonos, mientras que en las severas y profundas, el desempeño auditivo es excelente con el implante coclear.
La tecnología de los implantes cocleares evolucionó de tal manera que en la actualidad son capaces de transmitir grandes cantidades de información sonora a través de sus múltiples electrodos. Además de generar importantes capacidades auditivas y de comunicación mejorada al paciente, es un tratamiento seguro para la pérdida de la audición, de severa a profunda, en niños a partir de los 12 meses de edad, adolescentes, adultos y hasta adultos mayores, incluyendo personas con otras discapacidades asociadas.
Se estima que alrededor de dos mil niños nacen cada año en nuestro país con trastornos auditivos, y casi medio millón de argentinos padece algún grado de hipoacusia.
En el país, existe la Ley 25.415 para la detección temprana de la sordera, sancionada en 2001, pero que recién fue reglamentada en 2011, cuando también se creó el Programa Nacional de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia que depende del Ministerio de Salud de la Nación.