Emotivo reconocimiento a alumnos solidarios de la ciudad
Se trata de los estudiantes de 6º grado del Colegio Monseñor Rasore, quienes ayer celebraron su egreso de la primaria y fueron premiados por su trabajo en beneficio del Hospital de Niños
La emoción de concluir una etapa y la incertidumbre de comenzar otra. Nervios, sonrisas sinceras y tímidas. Pero sobre todo, orgullo. Esas sensaciones cruzaron ayer a padres, docentes y, por supuesto, a los protagonistas: los egresados del 6º grado de primaria del Colegio Monseñor Rasore, ubicado en 46, entre 7 y 8.
En una calurosa jornada de sol, en el patio de la escuela llovieron los reconocimientos y aplausos a medida que, uno a uno, los pequeños iban recibiendo sus dos diplomas: el que sellaba el ciclo y el que los premiaba por ser parte del colegio de la ciudad que más tapitas juntó para donar a FundaCore.
La acción les demandó a los estudiantes un trabajo que duró todo el ciclo lectivo, durante el cual, según pudieron calcular, colmaron unos 140 bidones, cajas y bolsas con tapitas de plástico que la fundación (integrada por padres y amigos de chicos en terapia intensiva cardiovascular del Hospital de Niños) luego vende a una planta recicladora, y con el dinero asiste al nosocomio.
“Este es un proyecto que no solo se realiza en papel, también se concreta en acciones”, celebró la docente de 6º grado, Verónica Angeloni. Además, con el mismo espíritu solidario, docentes y estudiantes realizaron durante el año trabajos con material reciclable para donar a la Casa María Ludovica y a la biblioteca ambulante del Hospital de Niños.
Como parte de esa tenacidad inagotable, la comunidad educativa también recolectó cientos de sachets para donar a la ONG La Sachetera que a partir del reciclado de envases confecciona productos aislantes para donar a personas de bajos recursos.
La jornada de ayer fue el broche de oro de una tarea que merecía ser reconocida y que sintetizó los pilares del Colegio Moseñor Rasore. “Nuestro objetivo es formar ciudadanos solidarios, que los chicos sepan que ayudar llena el alma, sin importar el premio”, concluyó la directora, María Laura Trigo.