En pocos días, los incendios consumieron unas 15.000 hectáreas del Delta

La comunidad y los expertos reclaman la intervención del Ejército para detener los nuevos focos, y denuncian el “terrorismo ambiental”.

En el marco del regreso de los incendios en el Delta del Paraná, busca impulsarse la figura legal del “ecocidio” para su incorporación en el Código Penal. De acuerdo a los reportes de los especialistas, solo en la última semana se quemaron unas 15.000 hectáreas en distintos puntos frente a Rosario, Villa Constitución y San Nicolás, que se suman a las más de 10.000 de la semana pasada, cuando se reiniciaron los focos de fuego en las islas. Se estima que desde que comenzó el año ya se vieron afectadas más de 100.000 hectáreas.

El pasado fin de semana, fueron detenidas cuatro personas por los últimos focos. Mientras los incendios se multiplican, un grupo de investigadores y abogados ambientalistas impulsan este proyecto para incorporar el “ecocidio”, una figura que comenzó a debatirse en varios países de la región. La iniciativa parte de la Asociación de Investigadores de Derecho Penal Ambiental y Climático y, de avanzar, incluiría una pena de tres años y medio a diez años de cárcel para los responsables por cometer “cualquier acto ilícito o arbitrario a sabiendas de que existen grandes posibilidades que cause daño grave que sea extenso o duradero al ambiente”. Además, incorpora multas que irán de $300.000 a $2.000.000.

Si el daño es grave y provoca cambios adversos, perturbaciones y efectos serios para la vida humana o de cualquier especie o recurso presente en la zona, las penas por el Ecocidio serán mayores: de 8 a 20 años de cárcel y multas de hasta $5 millones. Si además interviniera un funcionario público, la pena sería de 10 a 25 años de cárcel, si se cometiera en una zona protegida o reserva natural, entre otros elementos.

La semana pasada, en el peor momento de los incendios, los niveles de contaminación en el aire que respiraban los rosarinos eran cinco veces superiores a lo tolerable según la reglamentación vigente en Santa Fe. Asimismo, parte del drama ambiental que enfrenta Rosario por los incendios en Victoria, Entre Ríos, llegó esta semana al Área Metropolitana de Buenos Aires, donde las columnas de humo se apoderaron del aire por más de 24 horas. “Hay una situación de terrorismo ambiental, es insostenible, se genera un daño desproporcionado”, dijo Matías de Bueno, director del Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), y agregó: “Es uno de los mayores pulmones verdes que tenemos y que produce aire puro”.

Entre la destrucción del humedal, la baja calidad del aire y las posibles razones detrás de los incendios, los expertos hablan de un escenario de “terrorismo ambiental”. Según los ambientalistas, las razones por las que se inician fuegos en las islas del Delta son dos: por un lado, la limpieza de los campos para ampliar la frontera ganadera; y por el otro, la especulación inmobiliaria.

Un informe de Defensa Civil de Rosario reveló que, en los últimos dos años, se produjeron 59 focos de incendio en los mismos diez lugares. En una zona ubicada frente a la ciudad santafesina, a 20 kilómetros, los focos del 7 de agosto ya se habían repetido en diciembre, noviembre y octubre de 2021; y en octubre, septiembre, julio, junio y marzo de 2020. Frente a Pueblo Esther hubo 12 focos entre enero de 2020 y diciembre de 2021. Otros nueve focos en los últimos dos años se registraron en los márgenes del Arroyo Careaga, frente a las localidades de Puerto San Martín y Timbúes.

A 40 kilómetros al norte de Rosario, en los márgenes de la laguna de los Franceses, frente a la localidad de Maciel, hubo incendios entre el 9 y el 13 de julio, aunque tampoco eran los primeros: entre julio de 2020 y junio de 2022 ya habían habido otros tres grandes focos. En tanto, a 50 kilómetros al sureste de Rosario, frente a San Nicolás y Villa Constitución, hubo 15 focos de incendio entre enero de 2020 y julio pasado.

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