Encuentran la primera fosa común de una masacre indígena

De acuerdo al Equipo Argentino de Antropología Forense, en el lugar fueron enterradas las víctimas de la masacre ocurrida en 1887 en la localidad santafesina de San Antonio de Obligado.

Un equipo de antropólogos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) identificó el lugar donde se presume que fueron enterradas las víctimas de la masacre de San Antonio de Obligado de 1887. El evento antropológico y social constituye el primer hallazgo de una fosa común vinculada con una masacre indígena perpetrada por el Estado Argentino, según informaron la abogada de las comunidades y el colectivo GUIAS que acompañaron las tareas.

El hallazgo de restos humanos se produjo el pasado 27 de septiembre en el marco de los sondeos que el antropólogo del EEAF, Juan Nobile, venía realizando desde marzo en esta localidad santafesina a pedido de la Fiscalía Federal de Reconquista, que está investigando hechos por delitos de lesa humanidad cometidos por las fuerzas de seguridad del Estado en el siglo XIX.

“Es histórico porque se trata del hallazgo de la primera fosa común de una masacre indígena llevada a cabo del Estado argentino", dijo el antropólogo, Fernando Pepe, coordinador del Área de Identificación y Restitución de Restos Humanos Indígenas y Protección de Sitios Sagrados del INAI, quien estuvo presente en el descubrimiento realizado en la localidad santafesina de San Antonio de Obligado.

Originalmente, el Colectivo GUIAS es una organización autoconvocada de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata.

Sus objetivos fundantes fueron atender los reclamos realizados por los pueblos originarios, de no exhibición y restitución a sus comunidades, de todos los restos humanos que forman parte de “colecciones arqueológicas”. En especial los miles de restos humanos que se encuentran en el Museo de La Plata dependiente de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo, de la UNLP.

En pos de estos objetivos, desde el año 2006, el colectivo trabaja en la identificación de estos restos para su posterior restitución. Para terminar con su cosificación como sujeto colonizado y sometido, estos profesionales lo integran a su contexto histórico, identificándolo como sujeto social, definiendo el verdadero carácter de su lucha de resistencia y entendiendo ésta como un conflicto entre iguales.

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