Entre incendios, ruidos y ocupas, ya no se puede dormir en la zona de la ex Casa Cuna

El pasado 4 de julio, un grupo de delincuentes colmó la paciencia de los vecinos que viven en las inmediaciones del Hospital Zonal Roberto Sbarra, en donde funcionó durante mucho tiempo la histórica Casa Cuna. Allí se llevaron la leche en polvo que iba a ser distribuida a los niños que necesitaban alimentarse, lo cual generó una enorme indignación.

Frentistas de la calle 9 entre 66 y 67 decidieron reforzar las denuncias ante la justicia, y le apuntaron a dos personas que están usurpando un PH que está pegado a la casa del numeral 1669 de la cuadra. Pero la situación empeoró.

De acuerdo a lo que pudo averiguarse, la Policía intentó allanar el lugar, se llevó detenido a un hombre mayor de edad, pero tanto su hijo como una mujer quedaron en el lugar y se habrían tomado venganza.

Con el correr de los días, varios de los autos de los vecinos de la misma cuadra aparecieron quemados en la vereda. Las cámaras de seguridad revelaron que podría tratarse de allegados de esta familia que tiene ocupado el departamento de un vecino que hace dos años no recibe el pago de los alquileres y no descartan movilizarse a la comisaría 9na para pedir más seguridad.

“Los patrulleros pasan, pero cuando prenden fuego los autos en el medio de la madrugada, llegan cuando todo ya está iniciado”, expresaron en el lugar.

“Saltan por las paredes y rompen cosas con piedras y palos. Es como que tienen bronca con las personas que hace años vivimos en el barrio y se toman revancha haciendo destrozos”, expresaron en la misma cuadra.

Hasta esta zona de la ciudad se acercaron grupos de seguridad privada para ofrecer sus servicios y desalojar la casa. Pero a los vecinos del lugar no les terminó de convencer las condiciones que pedían para poder actuar en el lugar.

En la madrugada del viernes, en efecto, volvieron a prender fuego uno de los vehículos que estaba estacionado sobre la calle 9 y tanto los bomberos como la policía y personal de la patrulla municipal se hicieron presentes y trabajaron durante gran parte de la madrugada.

“Al mismo que prendió fuego el auto lo liberaron a las pocas horas aludiendo que había sido una decisión del juez de garantías. Pero nosotros estamos tratando de descansar en el medio de un infierno”, comentaron en la cuadra, que se ha convertido en una de las más conflictivas dentro del casco urbano de La Plata, en una que está próxima a plaza España y en el medio del trayecto al Parque Saavedra.