Entrenar en verano: qué medidas tomar para evitar golpes de calor
Con la llegada de las altas temperaturas, los especialistas explicaron cuáles son las claves para preservar la salud y sortear situaciones poco agradables.
A pesar de la llegada del verano y las altas temperaturas, son muchas las personas que deciden continuar entrenando, ya sea en gimnasios, al aire libre o bien en sus casas. El ejercicio es algo de todos los días para miles de personas y, ante estos escenarios, es recomendable llevar adelante una serie de medidas para contrarrestar los efectos negativos que el calor puede llegar a generar. Como primera medida, y que funciona para cualquier etapa del año haya calor o no, es la hidratación. Se recomienda beber una buena cantidad de agua fresca antes, durante y después del entrenamiento para evitar deshidratarse y poder continuar exigiendo al cuerpo y que este responda de manera óptima.
Otra de las cuestiones para tener en cuenta es el horario en el que uno decida entrenar. Sobre esto, los expertos remarcan que lo mejor es no ejercitarse entre las 10 y las 16, sobre todo si es al aire libre el entrenamiento, dado que es el horario de mayor exposición al sol. En caso de estar afuera, además, es vital ponerse protector solar, mojarse la cabeza y, en caso de contar con un gorro, utilizarlo. Siguiendo con esto último, en torno a la ropa, se recomienda usar prendas claras, cómodas y livianas para así permitir una transpiración más adecuada.
Por otra parte, siempre es mejor entrenar en lugares donde haya ventilación cruzada o aires acondicionados, ya que el estar en lugares con pocas ventanas puede causar problemas en la salud y hacer sentir aún más las altas temperaturas. En lo que refiere a la alimentación, esta también se vuelve algo fundamental para lograr un mejor funcionamiento del cuerpo, sobre todo en verano. Con el calor, es preferible ingerir comidas livianas y frescas, evitando gaseosas, frituras y alcohol, sobre todo los días en donde uno decida que va a entrenar. De igual forma, aun respetando todas las medidas el cuerpo puede presentar algunos problemas y, por eso, es vital saber frenar a tiempo en esos momentos, sorteando así un posible golpe de calor. Así, los síntomas que han de tenerse en cuenta para cortar el entrenamiento son mareos, dolores de cabeza, náuseas, fatiga, sensación de ahogo, frecuencias cardíacas elevadas y calambres.